Un plantel mermado, frágil e incorporaciones que no juegan, asoman como algunos de los motivos que llevaron al acero a encarar la recta final del torneo en zona de promoción.
Partió mal la temporada, tomó un poco de aire, pero volvió donde mismo. Crítico momento de Huachipato en el torneo: restando solamente diez fechas para el final, el acero está en zona de promoción y sólo un punto por encima del penúltimo lugar, que bajará directamente a la Primera B.
¿Qué hizo mal el club para llegar a esto? Sin duda una serie de malas decisiones a inicio de temporada llevaron a una institución que acostumbra a estar en mitad de tabla, a ver cada vez más de cerca un campeonato que disputó por última vez en el año 1994.
Huachipato armó un plantel compuesto por jugadores jóvenes, varios de ellos con poca experiencia en Primera División. Si bien la base del equipo tiene varios torneos en el cuerpo, la doble competencia entre torneo local y Copa Sudamericana mermó a un equipo que se hundió lentamente en ambos frentes. El desgaste físico fue enorme en un corto plantel que no pudo ser local en el CAP a nivel internacional, que tuvo largos viajes en bus a Viña del Mar y sufrió con varias lesiones por la intensidad en la idea de juego ofensiva del DT. En esa línea, el proyecto no resultó, ya que el rendimiento fue bajo y no destacaron jugadores que pudiesen ser ventas futuras.
De la mano con el ítem anterior, Huachipato dejó ir a Juan Sánchez Sotelo, Joffre Escobar, Sebastián Martínez, César Valenzuela, Diego Oyarzún y no los reemplazó. Si bien se sumaron César Huanca y Carlos Lobos, el primero hoy juega con la Sub 21 y el segundo ha sumado sólo 23 minutos desde que llegó al club y hace rato no aparece ni citado. Así, el plantel se despotenció y los directivos confiaron en que Juan Luvera le sacara rendimiento a lo que tenía, tal como lo logró hacer cuando reemplazó a Florentín el campeonato pasado.
Hace unas semanas, Luciano Nequecaur y Gonzalo Montes se incorporaron al grupo, siendo más aporte el segundo que el primero, quien ha jugado cinco partidos, sólo uno como titular y sumando 110 minutos.
Después del receso por la Copa América y en un período en el que Huachipato apostó por la juventud en Copa Chile, daba la sensación que el primer semestre había sido un mal sueño y nada más. El acero subió su nivel y el DT flexibilizó en cuanto a la disposición táctica del equipo, pasando a jugar con tres en el fondo. Aquello le dio dividendos muy buenos a un equipo que ganó confianza, volvió a los goles y sumó valiosos puntos ante S. Wanderers U. Católica y Melipilla.
Sin embargo, con la llegada de las últimas dos incorporaciones, el DT Luvera dispuso nuevamente una línea de cuatro defensas, lo que coincidió con una mala racha de seis partidos sin ganar donde los rivales parecen leer con mayor facilidad el juego. El peor fue, sin dudas, el último: 1-4 en casa ante Curicó Unido, que dejó otra vez a Huachipato en zona de promoción y con los mismos duelos ganados que Santiago Wanderers, vilipendiado colista.
En momentos de crisis es cuando se espera que los experimentados se “echen el equipo al hombro”. Pero en los últimos dos duelos, el acero ha sufrido tempranas expulsiones en el primer tiempo. La primera -y no tan novedosa tarjeta- fue para el “Cimbi” Cristián Cuevas en el 0-2 a manos de O’Higgins cuando iban sólo 9 minutos de juego. La última fue protagonizada este lunes por Cris Martínez al 38’ cuando aún el marcador estaba sin goles.
Sin duda que luchar por salir del fondo con 10 jugadores en duelos ante rivales directos, complica aún más la misión acerera, que tiene 10 partidos por disputar, cinco de ellos en casa.
¿Voces de los protagonistas? Tal como después del partido pasado ante O’Higgins, posterior al 1-4 a manos de Curicó Unido no hubo conferencia de prensa. Sin duda, lo que hay en Talcahuano, es mucha preocupación para lo que ha sido, a la luz de los hechos y resultados, una muy mala gestión en 2021.
