Lo perdieron el el último minuto y con un tiro libre que pasó por debajo de la barrera. En Fernández Vial dolió el 1-2 a manos de San Marcos porque no habían caído con su gente y saben que pudo ser distinto. Detalles que cuestan caro.
El técnico ferroviario, Claudio Rojas, señaló que “nos quedamos tristes, con un gusto amargo. El equipo intentó siempre, quizás nos faltó afrontar más este partido como una verdadera final. Sabíamos que los tiros libres cerca del área son una de las fortalezas de San Marcos y así llegó el gol. Hablamos de lo bien que le pega Báez, siento que regalamos un gol”.
Era un rival directo, contra el que habían perdido también diez días antes en el norte, por el mismo marcador. El DT aurinegro advirtió que “hay que convencerse de que podemos ganarle a todos y hay que defender nuestro arco como si fuera nuestro tesoro más preciado. Igual me quedo con que tuvimos más llegadas claras, el arquero fue figura, y nos ganan con dos pelotas paradas, lo que es válido, es parte del juego y ellos lo trabajan bien”.
Sobre algunos cambios explicó que “Espinoza es un jugador mágico y uno siempre espera que saque un conejo del sombrero, pero creo que 55 minutos es un buen tiempo para esperarlo porque hay compañeros que también piden su oportunidad. El Chiri (Sepúlveda) siempre entra y tiene un par de oportunidades de gol, ahora tuvo una, pero no se dio”.
¿Y el arbitraje? “En la jugada antes del segundo gol, la pelota sale completamente. Fue claro. El arbitraje debe hacer una autocrítica y estar a la altura de una competencia profesional. Hace tiempo tenemos problemas con eso, ha sido de siempre y el que pierde siempre sale alegando”.