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Charles corrió por los cansados y Chile mantuvo su invicto

Vargas abrió la cuenta con un golazo, empató Suárez y los últimos veinte minutos la Roja aguantó ya sin resto físico y con diez jugadores contra el siempre peligroso Uruguay.

Por: Paulo Inostroza 22 de Junio 2021
Fotografía: Selección Chilena | Twitter

La previa estuvo marcada por rumores, desmentidos extraños y un ambiente de intranquilidad. En ese escenario, Chile enfrentaba al Uruguay de Suárez y Cavani y lo hizo de muy buena forma, hasta que les dio el físico. Sí, la “Roja” terminó reventada, pero soportó al equipo de Tabárez y se anotó un 1-1 que los mantiene invictos, de la mano del incansable Charles Aránguiz, que ayer dio clínica de fútbol en Brasil.

Empezó mejor Uruguay, aprovechando que la inseguridad de Maripán ya se hace habitual. Un par de malas salidas peligrosas, contra un equipo que arriba perdona poco. Y ahí apareció otra vez la figura de Claudio Bravo, que está realizando una gran Copa América. El jugador más longevo del torneo dando señales de alta vigencia.

Arriba, el más clarito de Chile fue Ben Brereton. Un delantero de buen despliegue y que sabe dónde ubicarse, aunque muchas veces parece que los compañeros no leyeran bien lo que propone. En una que sí, Eduardo Vargas completó una gran pared con el ariete que juega en Inglaterra y el “Edu” lo remató con derechazo furioso y cruzado que dejó sin opción a Muslera.

Los siguientes veinte minutos de Chile, antes de ir al descanso, fueron de la mano de Aránguiz y el siempre correcto Eric Pulgar. Los charrúas se veían tan sobrepasados en esa zona, que Tabárez metió tres cambios de golpe y le funcionó. El “Maestro” siempre sabe qué hacer en las difíciles, pero también ayudó el cansancio chileno.

Equipo reventado

La segunda etapa fue distinta. Tampoco digamos que Uruguay fue una tormenta de fútbol, pero a la “Roja” ya le costaba. De a poco, Arturo Vidal ya no corría lo mismo, se cansó Brereton y, cuando ya no quedaban cambios, Pulgar comenzó a tomarse la pierna acusando claras molestias. Ya había salido Maripán y la Celeste avisaba en serio.

Facundo Torres obligó a una gran tapada de Bravo y Suárez lo empató ganando la posición, de guapo, a Vidal. Fue tras un córner, con Matías Vecino superando en el pivoteo aéreo a Medel.

Y ahí apareció Charles en toda su magnitud. Porque si hasta ahí ya era la figura, controlando el partido a su antojo, conduciendo entre los volantes de corte como si nada y hasta metiendo pases a los atacantes, con diez en cancha -Pulgar no dio más- jugó por dos y ni se notó que Chile tenía uno menos. Con Aránguiz, las matemáticas funcionan de otra forma.

Lo pudo ganar Uruguay con cabezazo de Cavani apenas ancho, pero el empate fue lo más justo. Al final del partido, Bravo señaló que “nos faltó mantener la contundencia durante 90 minutos, pero aguantamos bien ante un rival muy físico y el resultado nos deja buen sabor”.

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