El acero se impuso 5-3 a Ñublense un partido vibrante y lleno de emoción. Ahora viajan a Buenos Aires por la Copa Sudamericana.
Un triunfazo, por la forma en que se dio y sobre todo por el segundo tiempo. Mucho para mejorar tiene Huachipato, quien ganó su primer duelo del torneo en un entretenido 5-3 a Ñublense.
“Juguemos rápido, no apurados”, era la instrucción de Juan Luvera a sus dirigidos. Huachipato tenía la pelota y el ritmo del partido, pero no le hacía daño a Ñublense. Hasta el 20’ el trámite del partido era casi idéntico al 0-0 ante Cobresal, pero dos errores le costaron muy caro a un equipo que se veía muy lejos de su mejor nivel.
El primer yerro fue de Ramírez, quien perdió una pelota increíble en la salida, aunque él mismo arregló el lío, segundos después. Ñublense no inquietaba, hasta que en uno de los pocos acercamientos al área del acero, Gilabert sancionó penal tras ir al VAR por un “acto imprudente” de Juan Córdova. Gutiérrez no falló y sólo 60 segundos después, volvió a aprovechar licencias defensivas tras un largo pelotazo de Guerrero. De un momento a otro, el acero se encontró con un 0-2 en el CAP.
Un descuento antes del descanso era clave, pero Ñublense se cerró bien en defensa. Por eso gritaron tanto el gol de Rodríguez al 42’, quien conectó un buen centro de Poblete desde la orilla derecha. El primer tanto del “9” acerero en el profesionalismo fue una inyección de ánimo total.
Mejoró el acero, que reaccionó tras ir en desventaja por primera vez en la temporada. Pudo liquidar Ñublense dos veces en los pies de Mateos y Pinto, pero el local hizo más méritos para igualar y lo logró mediante Cris Martínez, Potente penal y 2-2 para la usina al 62’, que cuatro minutos más tarde lo dio vuelta con otro cabezazo de Maxi Rodríguez.
Huachipato hizo lo más difícil, pero no pudo sostener la ventaja y Mateos lo empató tras un nuevo error de Cuevas. Partidazo en el CAP, de ida y vuelta, podía pasar cualquier cosa. Y así fue, aumentó Cris Martínez de cabeza y Brayan Palmezano dio la tranquilidad con el 5-3. Ocho goles hubo y pudieron ser más. Enorme reacción acerera antes de visitar a San Lorenzo.