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Florencia Solís saltó de la cancha a la primera línea de la salud

Está a pocos días de terminar su carrera de Medicina en la USS. Practicó varias disciplinas, pero destaca en el fútbol. “Compatibilizar deporte y estudio en la “U” es clave”, dijo.

Por: Carlos Campos 29 de Marzo 2021
Fotografía: Adesup

Ninguna carrera es fácil a nivel universitario, pero sin duda una de las más complicadas es medicina. Bien lo sabe Florencia Solís, quien en base a esfuerzo, perseverancia y orden está a pocas semanas de dar fin a exitosos años a nivel académico y deportivo.

Tiene 26 años y estudia en la USS, pero comenzó a jugar fútbol desde pequeña en su colegio, el Thomas Jefferson School. “Por esos años no era tan atractivo el fútbol femenino, pero me entretenía mucho. Había buen equipo, participábamos en las ligas escolares, Copa Copec y otros torneos. Estando en Sexto Básico comencé a competir y tengo muy lindos recuerdos de esos años, con mister Camilo como el profe que más nos empujaba más a practicar deporte”, recuerda Florencia, quien aprovecha de agregar que “jugaba sólo por hobby, porque no éramos un colegio de muchos alumnos. Era entretenido el hecho de jugar en equipo, sentía que me aportaba otras cosas”.

¿Y de qué jugaba? En el clásico baby fútbol del colegio, todos suben y bajan en la cancha, pero Florencia aclara que “en ese tiempo era entre defensa y mediocampista, ahora soy volante de contención”. O sea, por su posición debe ser ruda en la cancha. “Le hago empeño, hay que poner ganas, cuerpo y defender lo más que se pueda”, comenta entre risas.

Más exigencia

Pasaron los años y el amor por el deporte, más allá del fútbol, seguía intacto en Florencia, “Estuve un par de años jugando vóleibol en una liga de Talcahuano donde éramos las mejores junto a La Asunción y Etchegoyen. Jugué básquetbol y más tarde, en primero y segundo medio, me dediqué a jugar hockey césped”, repasa, aunque sus ganas de entrar a medicina la obligaban a estudiar, preparar una buena PSU y, por lo mismo, a separarse un poco del deporte. “Seguí con el fútbol, pero no tan constante como antes”, comenta Florencia, quien logró su objetivo de llegar a Medicina en la U. San Sebastián. Allí comenzó otra historia, que está cerca de llegar a su fin.

“Estudiar Medicina es difícil, pero por lo mismo practicar un deporte sirve muchísimo. No comparto esa visión de que el alumno sólo debe dedicarse a estudiar, sino que hay que ser una persona integra desde lo físico a lo mental. Mi carrera es muy competitiva y se nota cuando alguien hace otra cosa que no sea sólo estudiar. Para mis compañeros era difícil de entender que a veces tuviese examen y me dedicara a entrenar o jugar, pero me ordené, logré compatibilizar deporte con estudios y valió 100% la pena”, dijo Florencia.

Aunque no fue tan simple en un comienzo. Recién en cuarto año de universidad le dedicó tiempo a un deporte que la apasiona. “De primero a tercero prácticamente no jugué nada, sólo cuando podía. En cuarto empecé a competir full por la ‘U’, jugando ligas mix y todo lo que el tiempo me daba”, indica. Y esa inmersión deportiva, coincidió con buenos resultados para la USS en el fútbol. En 2019 iban a jugar el nacional universitario, que al final se canceló producto del estallido social.

Una inspiración

Florencia va en séptimo año de Medicina en la USS. “Termino en dos semanas. Estoy en mi último internado, son como varias tesis que hay que ir aprobando paso a paso. Me ha tocado ver pacientes Covid y ahora estoy en medicina familiar. Pasé por Los Ángeles, Coronel, Hospital Naval y ahora termino en el Cesfam San Pedro. Ha sido una experiencia enorme”, comenta.

Se le nota feliz, con ganas y eso mismo lo transmitió en la cancha durante largos años. El deporte es gran aliado para combatir el estrés en medio de los certámenes, trabajos y toda la vorágine universitaria. “Antes estaba ese mal concepto que debías desvivirte solamente por una cosa para lograr un objetivo, pero el deporte es fundamental para la salud mental. Cuando comenzamos a jugar como equipo en la USS y nos fue bien, sirvió como empuje para que más gente se integrara al equipo y viera que es posible compatibilizarlo con el estudio. Eso es grato e inspira”, asegura Florencia, dando un claro mensaje a quienes dan sus primeros pasos a nivel universitario. “Encuentro demasiado bacán que las mujeres hayan llegado a este punto de hacer lo que les gusta, jugar fútbol y ser respetadas a nivel deportivo. Los equipos femeninos han llegado lejos y hay gran calidad. El mensaje a todas es que se puede”, cerró.

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