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Terminó el sueño: ¿por qué Vial no subió de categoría?

Por: Paulo Inostroza 10 de Febrero 2021
Fotografía: Cedida

Pitazo final y el césped de Collao regado de tristeza. El técnico Claudio Rojas no lo esconde: “preferiría ni jugar el último partido”. Colina marcaba el 1-1 a Fernández Vial faltando 2 minutos y Lautaro se titulaba campeón. Fueron 45 puntos contra 41, con una fecha por delante. “Le pido disculpas a la gente, no me gusta perder. No basta con ser segundos porque vinimos a escribir la historia. No cumplimos el objetivo, no estuvimos a la altura”, aseguró, autocrítico como siempre. Pero… ¿dónde se perdió el ascenso?

Faltó un “9”. Vial fue un equipo muy bien conformado, con un gran abanico de alternativas, pero el centrodelantero estrella debía ser Jonathan Soto da Luz. Por currículum, no se puede hablar de un error. Parecía buena carta, pero no rindió. Luego hubo que recurrir a lo que había en el mercado y Pablo Vranjicán también era buen nombre. Tuvo buenas y malas, marcó dos veces y Vial terminó jugando sin “9”. Por la derecha, llegó Jerez para reemplazar a Zavala y terminó jugando Pacheco, volante nato.

Banca anterior. Con Jorge Garcés se perdió contra Lautaro y después de un brillante 2-0 en el clásico penquista, cedieron 2 juegos seguidos, contra Vallenar y General Velásquez. Con la dupla Garcés-Almendra, Vial obtuvo la mitad de los puntos, con la llegada de Claudio Rojas y recuperación de jugadores como Espinoza, Carrasco, Harbottle y Pinilla, la “Maquinita” logró el 73,3 por ciento de los puntos en juego. ¿Qué habría pasado si llegaba antes? Más allá del objetivo, un proceso que debería continuar.

Partidos claves. Vial fue capaz de remontarle 10 unidades de desventaja a Lautaro, pero cuando pudo dar el gran golpe siempre faltó algo. Empates en casa ante Colina y Linares no estaban contemplados, pues el Vial de Rojas ganó casi todo en Collao. La derrota ante San Antonio fue otro golpe impensado. La presión se comió a ratos a los dos punteros, no es que solo le pasara a Vial.

De lucir a luchar. Después del debut con derrota, Rojas encajó una racha tremenda de 16 puntos de 18, promediando casi 3 goles por encuentro. Imponente. Pero le tomaron la mano, lo leyeron mejor, se le cerraron atrás y el equipo marcó 8 goles en las últimas 8 fechas. Cada vez le costaba más. Por otro lado, defensivamente tomaba solvencia, de la mano de Kevin Hidalgo, uno de los más regulares.

Bajones individuales. En ese último tramo del torneo, con un Vial no tan lúcido, se vio poco de Luis Riveros, de Pablo Vranjicán, los de arriba aportaban cada vez más a cuentagotas. Luego entró Sanhueza y perdió lugar Espinoza, buena figura con Rojas. Pacheco, que había sido valioso aporte en el medio debió sacrificarse en otra zona. Cambiaron a Vial, aunque a ratos también debió cambiar porque se vio obligado. Porque el fútbol no es una pizarra fija.
“Nos ganó la ansiedad. Pusimos mucho corazón, pero no alcanzó. Representar a Vial es una presión extra”, comentó Rojas.

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