La causa por la muerte de Maradona sigue avanzando en la Justicia y cada vez aparecen más personas en la mira de la Fiscalía General de San Isidro, que ahora imputó al psicólogo Carlos Díaz y a los enfermeros Ricardo Almirón y la Dahiana Gisela Madrid, quien ya había aparecido mencionada en los medios por reconocer haberle mentido a la empresa para la cual trabaja en un informe sobre el control de Pelusa.
Los funcionarios iniciaron una investigación en contra de los profesionales de la salud por homicidio culposo, la misma carátula que pesa sobre el doctor Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov.
Díaz había asumido el tratamiento de Diego en septiembre de 2020 y era mirado de reojo por Luque y Cosachov por el rol preponderante que había alcanzado, el cual también es considerado por los fiscales. Por su parte, Madrid declaró algo diferente cuando la citó la Justicia que en el informe que le presentó a la empresa que la empleaba. “Escribí en el reporte que le intenté controlar signos vitales, lo cual no es cierto. Lo puse por una indicación del coordinador”, admitió después. Almirón, en tanto, es el último en haber visto con vida a Maradona, antes de que lo relevara su compañera.
Además, volverá a ser citada a declarar, aunque como testigo, la cocinera conocida como Monona (de nombre Romina Milagros Rodríguez), quien se encontraba en la casa en el momento en el que Diego fue hallado sin vida y Griselda Vanesa Morel, la psicopedagoga de Diego Fernando, el hijo del Diez con Verónica Ojeda, que siempre la acompañaba a ella en sus visitas al country San Andrés.