Fue todo en tiempo récord. La confirmación de Fibas Americas, el visto bueno a la invitación, la elección de los refuerzos y la preparación del viaje. En apenas una semana, la Universidad de Concepción se transformó en el exclusivo representante chileno en la Basketball Champions League Americas, la competencia cestera de clubes más importante del continente.
Y el club universitario cumplió, se preparó, viajó y compitió, cumpliendo de esa forma con el único objetivo forjado por la institución de cara al estreno. Ya vendrán días para ir en búsqueda de otras metas.
Con la frente en alto retornó el equipo penquista desde Buenos Aires, donde disputó la primera burbuja del Grupo B del torneo donde se midió ante los poderosos conjuntos de Quimsa, actual campeón, y Sao Paulo. Duelos que, si bien terminaron en derrotas, dejaron mucho para contentarse en la tienda local.
Lo que duró la ‘gasolina’. De esa manera puede resumirse el rendimiento de la UdeC. Porque mientras tuvo piernas, hizo un dignísimo partido frente a los dueños de casa de Quimsa, ante quienes se inclinó por un ajustado 81-75 con destacada actuación del estadounidense Brandon Moss, quien se anotó con 22 puntos, 6 rebotes y 6 tapones.
Rendimiento que, sin embargo, no pudo repetir ante Sao Paulo, frente al que perdió por un abultado 94-47. Un exiguo 28% de tiro de campo (21 de 74) dio cuenta de una tarde nula para el Campanil, que tuvo en el escolta Durrell Summers a su mejor anotador con 18 puntos, secundado por el pívot venezolano Carlos Milano, con 10 puntos y 10 rebotes.
Sin el aporte de Eduardo Marechal y Evandro Arteaga (bajas por lesión), la UdeC se quedó con un equipo corto pagando caro el esfuerzo hecho ante los locales. Con todo, el balance es positivo atendiendo a las circunstancias que antecedieron a este estreno, tal como sostuvo el base, Diego Silva.
“Siempre soy lo suficientemente autocrítico y no fue la mejor presentación a nivel personal. En lo grupal creo que el primer partido estuvo mejor, pero la diferencia se nota en el trabajo de años que llevaban los rivales y su proceso. No es excusa, pero eso se reflejó en momentos del partido, hay que seguir trabajando para la próxima ventana. Pero queda la experiencia positiva de medirnos en este ámbito, lo que nos permite crecer aún más. Esperamos seguir así”, manifestó.
Por su parte, para Carlos Lauler, la evaluación también es alegre. “El balance es positivo en todo ámbito. Si bien el primer día logramos perder por poco ante el campeón, también estábamos conscientes de que nos podía pasar lo que sucedió con un rival de la categoría de Sao Paulo. Sabíamos que sería difícil sacar esta primera burbuja adelante, logramos entrenar una vez todos juntos recién el día del partido con Quimsa y apenas una hora, entonces teníamos muchas cosas en contra, por lo que estamos bien orgullosos de nosotros”, expresó.
“Es difícil sacar un balance con la poca preparación que tuvimos y los pocos encuentros en la liga chilena. Jugar ante rivales que volvieron hace mucho tiempo y tienen un rodaje de muchos partidos juntos, se hacía muy complicado. Esperamos poder prepararnos para la próxima burbuja que será en un mes, poder entrenar un tiempo antes con los extranjeros para que conozcan nuestro estilo y tener un poco más de sistemas de juego. Pero la experiencia siempre es positiva, esperamos mejorar para la próxima”, sentenció el alero auricielo.