Este no ha sido el único gran gesto de Irving en los últimos tiempos. En julio pasado, aportó 1,5 millones de dólares para complementar los ingresos de las jugadoras de la WNBA que optaron por no jugar la temporada 2020 en su burbuja.
Confirmando su calidad como uno de los más comprometidos con causas sociales en la NBA, Kyrie Irving tuvo un gesto espectacular con la familia de George Floyd, el hombre afroamericano que fue asesinado en mayo del año pasado en Minneápolis por Derek Chauvin, un policía que mantuvo la rodilla sobre su cuello durante casi nueve minutos.
Según Stephen Jackson, exjugador de la NBA e íntimo amigo de Floyd, el base de los Nets compró una casa para los familiares.
El jugador es uno de los muchos famosos que ha tratado de ayudar a la familia de Floyd. “El gerente del rapero Lil Wayne les compró un Mercedes-Benz y Barbra Streisand les dio acciones de Disney”, aseguró Jackson en el podcast del exjugador Etan Thomas, “The Rematch”.
La muerte de Floyd desató una ola de protestas en Estados Unidos y, junto a otros sucesos de violencia policial contra ciudadanos afroamericanos, llegó a poner en peligro la reanudación de la NBA la temporada pasada. Finalmente se jugó, pero los partidos estuvieron plagados de gestos y lemas reclamando igualdad y justicia.
La compra de una casa para los Floyd no ha sido el único gran gesto de Irving en los últimos tiempos. En julio, aportó 1,5 millones de dólares para complementar los ingresos de las jugadoras de la WNBA que optaron por no jugar la temporada 2020 en su burbuja, ya sea por preocupaciones por el coronavirus o por razones de justicia social.
Mientras, los Nets le esperan para unirle a Kevin Durant y James Harden en un tridente que puede ser demoledor. El base se ha perdido ya siete partidos debido a una combinación de razones personales y la cuarentena exigida por la NBA. Hasta esa ausencia, había promediado 27,1 puntos, 5,3 rebotes y 6,1 asistencias en los siete encuentros disputados.