La igualdad entre Universidad Católica y Santiago Wanderers, en el duelo jugado el 30 de diciembre, en San Carlos de Apoquindo, desató la polémica. Ariel Holan, el técnico de la UC, que cumplía una fecha de castigo tras ser expulsado frente a Audax Italiano, fue sorprendido con una radio en una caseta del reducto precordillerano. En las mismas imágenes transmitidas por el CDF, se ve a uno de los ayudantes del equipo portando el mismo radiotransmisor.
El artículo 25 de las bases prohíbe todo tipo de comunicación entre un DT suspendido y sus colaboradores. Incluso, la sanciona: “El equipo que hiciere participar de un partido a un jugador o integrante del cuerpo técnico que por cualquier causa se encuentre suspendido por resolución del Tribunal Autónomo de Disciplina o de cualquier otra autoridad de la Asociación con facultad para ello, será sancionado con la pérdida de los puntos en disputa, entendiéndose el partido como ganado por su rival, por un marcador de 3×0”, “Sin perjuicio de las demás sanciones que le pudiere aplicar el Tribunal Autónomo de Disciplina por desacato, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 67 del Código de Procedimiento y Penalidades”.
Ante aquello, Unión La Calera, el equipo escolta de la UC, ingresó una denuncia por desacato en la que exige que a los cruzados se les reste la unidad conseguida frente al equipo de la Quinta Región. También pide que se cite a declarar a Ariel Holan, el técnico de la UC y a su ayudante, Juan Manuel Esparis. Acompaña el requerimiento la imagen del técnico argentino comunicándose por radio y del cuerpo técnico del equipo de la franja utilizando el mismo medio de transmisión.
Incluso, recoge la normativa FIFA en la que se establece que los técnicos sancionados tienen absoluta prohibición de ejercer sus funciones.
La ANFP tendrá la última palabra. El Tribunal Autónomo de Disciplina y la sede de Quilín ya tienen en su poder la denuncia. Además, Santiago Wanderers, el rival del duelo en cuestión, también estampó la denuncia contra Holan.