Diego Maradona fue dado después de superar la operación de un hematoma subdural en el cerebro. Después de diez días de internación, el ex futbolista continuará con su recuperación en su nuevo hogar de Nordelta, aunque siempre monitorizado por sus médicos y bajo el cuidado de sus hijas, Dalma y Giannina.
El astro argentino fue visto en público por última vez el día de su cumpleaños número 60. Y en su aparición en la cancha de Gimnasia La Plata, evidenció que no se encontraba bien de salud. Después de los homenajes de protocolo y saludos, se lo vio sobrepasado por las emociones, con dificultades para hablar y caminar. Solo 18 minutos pudo permanecer en el campo al frente de su equipo.
Unos días más tarde, el 3 de noviembre, se encendieron las alarmas al ser internado en la clínica Ipensa con un cuadro preocupante provocado por el consumo de alcohol y fármacos.
El médico de cabecera de Maradona, Leopoldo Luque, en su primer parte médico informó que padecía “un bajón anímico que lo afectó en su alimentación”. Sin embargo, después de realizarle una resonancia magnética, se conoció que debía ser operado por un hematoma subdural en la cabeza.
La intervención fue realizada con éxito el último martes en la Clínica Olivos. Pero puso en evidencia que el problema de Diego es su adicción al alcohol. Y después de varios cortocicuitos entre familiares y su círculo de asesores de confianza, se acordó que lo mejor era que fuera trasladado de su hogar en Brandsen a una nueva casa en Nordelta para que su rehabilitación pudiera ser supervisada por sus hijas Dalma y Giannina. Ademáss se sumó la asistencia de la psiquiatra Agustina Cosachov a su tratamiento ambulatorio.
Con el correr de los días, y producto de los cuidados recibidos en la internación, Maradona fue recuperando la salud y la sonrisa. Así se lo vio en una fotografía publicada por su médico en redes sociales. ¿Te di mi palabra, vos confiaste y eso dos cumplimos. “Esto continúa pero hoy festejamos este gran paso juntos”, escribió el galeno.
El alta de Diego Maradona es solo el primer paso de una larga recuperación y una batalla más contra sus adicciones.