El partido se suspendió a sólo una hora y media de disputarse. La visita viajó con sólo 7 jugadores, firmó la planilla y se devolvió a Cauquenes. Un escándalo total en Segunda División.
De poco sirven los esfuerzos que hacen algunos clubes de Segunda División por hacer crecer la categoría, cuando la Anfp no pone de su parte. Y ni siquiera es que sean errores aislados, sino que lo de ayer en el Ester Roa derechamente fue la gota que rebalsó el vaso.
Fernández Vial e Independiente de Cauquenes debían jugar a las 18 horas en Collao, pero, finalmente, el partido se suspendió a las 16:34 hrs. por una serie de inexplicables hechos. Todo comenzó la semana pasada cuando, tras el duelo ante San Antonio, los “Rojos” detectaron un caso de Covid-19 positivo en el plantel. Por lo mismo, la autoridad sanitaria envió a cuarentena preventiva a 14 jugadores. Aquello que implicaba que no tenían suficientes deportistas para encarar el choque ante Fernández Vial de ayer.
La directiva de Independiente de Cauquenes solicitó a la Anfp la suspensión del partido el fin de semana, pero desde Quilín responsabilizaron a los “Rojos” por mal manejo. El club contestó que había un dictamen de la Seremi de Salud y, ante ello, nada podían hacer. Desde ahí, Anfp dejó de responder. En Fernández Vial se prepararon para encarar un partido normal, informándose de reojo con lo que pasaba en su posible rival.
Independiente de Cauquenes no estaba en condiciones de viajar a Concepción ayer, pero lo hizo igual. Los “Rojos” se exponían a una multa de 1000 UF (28 millones de pesos) si no llegaban al Ester Roa, por lo que presentaron un “equipo” de siete jugadores, más el DT Felipe Cornejo. Tal plantel viajó en bus y, en pleno peaje Agua Amarilla, se enteró que Anfp sorpresivamente suspendió el encuentro. ¿Los motivos? Aún nadie los sabe. Rodrigo Robles, gerente de ligas profesionales de Anfp, envió un correo electrónico a las 16:34 horas, donde informó que “por encargo del directorio de la Anfp y en el uso de sus facultades, se informa de la suspensión del partido que debía disputarse el día 10 de noviembre a las 18 horas”.
Nadie entendía nada en el estadio. La logística estaba armada para desarrollar con normalidad un partido que por el contexto ya era atípico. Y así como el correo llegó a las 16:34 horas, 11 minutos después asomó el bus de Independiente de Cauquenes en el estadio. Los jugadores y el área técnica hicieron fila para testearse la temperatura, responder unas preguntas de rigor e ingresar al camarín, ¿para qué? Nadie lo sabe. Integrantes del “Rojo” ingresaron a la cancha, se tomaron un par de fotos, firmaron la planilla y a los pocos minutos se subieron al bus y volvieron a Cauquenes.
Lo anterior desató furia total en la directiva aurinegra. El director deportivo de Fernández Vial, Roberto Kettlun, aseguró que “es lamentable por la forma. Entendíamos que este problema había emergido el viernes y teníamos claros los antecedentes. No sabemos qué sucesos nuevos habrán ocurrido desde ahí hasta ahora. Queremos aclarar por qué no se suspendió antes. Nosotros hicimos las consultas ayer (lunes) a la Anfp y nos dijeron que se jugaba”.
Por el lado visitante, el presidente de Cauquenes, Mayquel Ortega, dijo que “no sé qué gatillo la decisión, si la presión social o el criterio de los dirigentes. Lo que sé es que a las 16:30 me llamó Pablo Milad para señalarme la suspensión. Contento por la igualdad deportiva. Fernández Vial no tiene nada que ver, ellos son un afectado que debió abrir el estadio y pagarlo”.
¿Por qué se suspendió ayer a sólo una hora y media de iniciarse el partido y no antes? ¿Hubo presión de otros clubes ¿Cuáles son los motivos que llevaron a Anfp a reprogramar el choque? El fútbol chileno exige una explicación.