¿Jugó tan mal Fernández Vial? Siendo fríos, podemos hablar de un partido parejo, donde el empate era más justo y el travesaño, en el minuto 91, impidió que así fuera. Pero a este equipo hay que pedirle mucho más. Porque sus propios jugadores han reconocido que se les han entregado todas las facilidades para trabajar bien y, por segunda semana consecutiva, un elenco armado casi a la rápida y con muy poco les gana con buenas armas. Con poquito. Vallenar, sin hacer demasiado, se impuso 2-1 a un Vial que tuvo más la pelota, pero aún no tiene claro quiénes son sus once mejores para pararse en la cancha.
Sin el lesionado Arturo Sanhueza, el técnico Jorge Garcés sigue en la búsqueda de su mejor mediocampo. Ayer probó con Aguilera y Espinoza acompañando a Luis Pacheco. El primero fue rápidamente sustituido y el segundo casi marca desde fuera del área (gran tapada de Julio), pero también salió prontamente para esperar el milagro de Harol Salgado.
Vallenar intentó desde fuera del área (Uribe metió un zurdazo apenas desviado) y con centros al área (Martin mandó afuera un testazo muy en solitario) y encontró el gol en un pelotazo largo a Francisco Araya. La banca vialina alegó airadamente una falta del delantero sobre el lateral Binimelis, quien cayó y no pudo frenar el carrerón del zurdo albiverde. Araya se sacó al arquero y marcó con arco vacío.
La visita fue por el empate porque cuando Vial apura se nota y ahoga a su adversario. El problema es que lo hace solo a ratos. Antes que finalizara el primer tiempo, Williams Villegas dejó mal parado al portero Julio y en el rebote debió marcar de cabeza. Sin portero enfrente, elevó sobre el travesaño.
Y en la última antes de ir a camarines, Cristián Zavala recepcionó una buena cesión de Carlos Sepúlveda para meter un derechazo medido al segundo palo. Golazo desde fuera del área de uno de los jugadores más destacados no solo del partido, sino de la campaña. De esos que siempre empujan.
En ataque, Jonathan Soto aguantó más que otras veces y ganó algunos cabezazos de frente al arco, pero ninguno amenazó realmente a Julio. Si en la primera fecha parecía un “9” bravo y casi incontenible, en los últimos partidos ha mostrado una tibia versión de lo que puede dar con su poderío físico.
Pudo cambiar el resultado con un claro penal de Díaz sobre Villegas a la hora de juego. Lo tomaron de la camiseta y el árbitro no cobró. Luego una oportunidad para cada lado, desperdiciadas por Villalobos y Sepúlveda, a ambos les faltó solo un poco de fortuna. Quedaban 7 minutos y daba la sensación de que Vial quería un poco más, sobre todo, por sus cambios ofensivos. Pinilla otra vez entró a romper con sus ganas, pero tuvo solo 15 minutos para cambiar el destino. Muy poquito.
Y si ante General Velásquez lo mataron a la contra, la historia se repitió tal cual. Vial tenía a Vallenar metido en su área hasta que un pelotazo largo dejó a Sebastián Villalobos con mucho camino por recorrer, pero prácticamente nadie al frente. Zúñiga, el que estaba más cerca, no alcanzó a bajarlo. El delantero encaró, se perfiló bien y batió a Gustavo Merino.
Quedaba poco y Vial se las arregló para generar una más, la más clara de todas. Pinilla cedió a Salgado y el juvenil empalmó la pelota con todo, pero su remate fue a dar al travesaño. Una pena. Corría el minuto 91 y el empate parecía lo más justo. Para los que dicen que jugar al pelotazo no sirve, así lo ganó Vallenar. Pero con pelotazos que buscan a un compañero.
Hay que repetirlo: Vial no fue un desastre, pero es muy poco para este Vial. Para un Vial que lo tiene todo fuera de la cancha, pero adentro no sabe cómo explotar.