Cuando la gran mayoría hizo de la inactividad física una constante en este tiempo de pandemia, un grupo de jóvenes gimnastas no han parado de crecer aprovechando todo el tiempo disponible.
En el Club Ciaf de Concepción se están formando las nuevas figuras de la disciplina, la institución penquista se las arregla para mantener en acción a la mayoría de las decenas de alumnas que entrenan bajo su alero, varias de las cuales ya empiezan a despuntar en sus categorías.
Es el caso de Martina González, Antonia Maldonado y Catalina Silva, tres de las máximas figuras del club, y quienes proyectan con llevar el arte de las piruetas y saltos hasta alturas insospechadas en los próximos años.
A sus 16 años, Martina González es todo presente y futuro en la gimnasia regional. A su haber tiene varios títulos a nivel regional y nacional, además de gratas experiencias internacionales como el puesto 16 del Sudamericano Infantil 2016 en Bolivia, o haber integrado el equipo nacional que fue sexto en el Sudamericano de Menores de Colombia 2019.
Esta temporada debuta en la categoría Adulta, y aunque le emergencia sanitaria conspiró para hacerlo en competencias, no ha perdido el tiempo tal como dice la entrenadora del club, Loreto Varo.
“Seguimos un plan de entrenamiento donde el resto del grupo se adaptó a ella, permitiendo a las más pequeñas nivelar hacia arriba. Bajamos la carga, trabajamos cuatro veces semanales con dos entrenamientos virtuales, uno de los cuales hace con compañeras de equipo. Y los sábados participa en el entrenamiento nacional de la federación junto a las seleccionadas chilenas”, explica.
“Nos ocupamos en mantener la forma física, ahora pasamos a la potencia y la combinación de elementos para hacer series. Anda súper bien porque es innatamente muy fuerte. Además, hemos trabajado la flexibilidad, tiene clases de danza con una profesora del club y avanzamos mucho en metodologías del ejercicio de cara al regreso al gimnasio”, añade.
Decir que tienen el mundo por delante no es pretencioso. Antonia Maldonado y Catalina Silva se empinan recién por los 10 años, pero ya exhiben condiciones de campeonas. A su corta edad poseen varias competencias en el cuerpo con actuaciones en La Serena, Antofagasta, Santiago, torneos zonales y en las copas Bío Bío y Concepción. Sin ir más lejos, el año pasado fueron parte del Nacional Infantil compitiendo en el Nivel 4, donde Catalina quedó tercera mientras Antonia fue sexta, pese a estar lesionada.
“Son muy buenas, disciplinadas, entrenan todos los días con un entusiasmo admirable. Les mando tareas y las hacen, pero también buscan ejercicios solas. Hacen más cosas que Martina a esa edad, tienen más fuerza y control, que son cosas que hemos trabajado en este periodo y que antes eran debilidades, pero se convirtieron en fortalezas. Y lo mejor es que tienen el apoyo de sus padres, es decir que se cumple el triángulo ideal del deporte: padres, entrenador y deportistas”, sentencia Loreto Varo.