El chileno entrena al actual campeón del US Open, quien aplicó garra y mentalidad para dar vuelta una final increíble. Protagonistas del tenis local analizan el exitoso rol del "Nico".
Por largos años, Nicolás Massú dio el ejemplo de que nunca había que darse por vencido. Sus partidos eternos, peleando hasta la última pelota y sufriendo hasta el final, hoy se ven reflejados en Dominic Thiem, quien en base a buen tenis y mucho sacrificio levantó el US Open.
Nicolás Massú es entrenador del austriaco y pieza clave en su gran rendimiento. El propio tenista, hoy 3° del mundo, valoró el trabajo del chileno tras su título. “Cambió mi mente”, dijo Thiem. Y los elogios fueron respondidos. “Demostraste que los sueños se hacen realidad cuando crees en ti mismo”, afirmó Massú.
Hay mucha complicidad entre ambos. “Cuando terminó el partido se apuntaron y eso demuestra la gran conexión que hay. No fue sólo un aplauso, quedó claro que hay algo más allá”, afirmó desde Serbia, Adrián García, ex tenista chileno y compañero de Massú.
Gonzalo González, entrenador del Club de Tenis Concepción, dijo al respecto que “entre ambos hay química. Muchas veces los tenistas bajan los brazos y cuando Thiem peor estuvo, Massú lo apoyó para mantenerlo en competencia. Lo hizo luchar e insistió en que habría algún otro momento para meterse en el partido”.
El aporte de Nicolás Massú como técnico va más allá de lo mental. El ex entrenador de Marcelo Ríos y “Feña” González, Larry Stefanski, aseguró hace un año y medio sobre Massú que “no lo llamaría coach. Está dirigiendo un buen caballo, por decirlo así, pero para ser coach no basta con ser un cheerleader”.
Sobre aquello, Rodrigo Canales, profesor de tenis del Estadio Español, comentó que “quizás ahora es un tapabocas. Nico demostró lo que es, había que darle tiempo y mucha más experiencia. El título de Thiem fue con el sello de Massú. Todos al final del partido recordamos lo que él vivió cuando ganó las medallas olímpicas. En el tenis lo mental es muy importante y el partido no se termina hasta la última pelota. Nico tiene un plus, ya que fue el 9° del mundo y no cualquier jugador”.
Adrián García sentenció que “ha sido espectacular lo del Nico. Lo vi siempre como técnico a futuro, era muy analítico como jugador, veía siempre a sus rivales y nunca dio una pelota por perdida”.