Con 18 atletas, pero cientos de sueños, nació hace siete años el Club Atlético Nahuen, que esta semana celebra su aniversario. Iniciativa en la que predominó la voluntad de jóvenes deportistas que buscaban un espacio en el cual proyectar sus carreras y que, con el paso del tiempo, se ha transformado en unos de los más activos animadores de la disciplina nacional.
Margarita Masías, Miguel Burgos, Carolina Saavedra, Bernardo Uribe, Piero Alcacibar, los hermanos Joel y Salvador Araneda, además de Diógenes Fierro y su presidenta, Mónica Fredes, fueron algunos de quienes iniciaron el sueño. Todos apasionados por el atletismo y que pronto mostraron su sello: la acción.
“El club nació por petición de deportistas jóvenes que querían una instancia relacionada con la pista. Mi mayor satisfacción es que antes de cumplir un año, ya habíamos hecho nuestra primera competencia escolar en el Estadio Atlético, implementando talleres a cargo de Piero Alcacibar que recorrió colegios invitando a niños, lo que nunca más dejamos. En el verano del año pasado tuvimos 75 niños en los talleres”, afirma Mónica Fredes.
‘Firmeza’, ‘energía’, es el significado de la palabra nahuen que da nombre al club, y que marca una gestión marcada por el esfuerzo, sobreponiéndose a las limitaciones propias del deporte amateur en Chile. “Puedo decir con orgullo que somos un club donde pagamos pasajes y alimentación a los chicos cuando van a los nacionales, o viáticos cada vez que van al extranjero, y donde cada atleta tiene su equipo. Cobramos sólo 5 mil pesos al año y lo que hemos hecho es en base a gestión”, dice Fredes.
“En lo deportivo, los atletas entrenan con quien se sientan cómodos, no imponemos técnicos. Hay algunos entrenadores que se identifican más con nuestro club y nos apoyan, pero los chicos entrenan con Jorge Grosser, Edgardo Molina, Manuel Fonmayor o Juan Carlos Villalón, por ejemplo. Y si alguno se va, tampoco cobramos pase, les damos libertad pues lo que nos interesa es que hagan atletismo”, añade.
La presidenta destaca la faceta formadora de la institución. “Tenemos un semillero grande, en los talleres hay muchos niños que prometen. Integramos como entrenador a Manuel Fuenmayor, octavo en jabalina de los Juegos Olímpicos, y también tenemos a Martín Valdés en los talleres. Hemos hecho torneos escolares donde el 2018 tuvimos un peak de 700 niños compitiendo de todos lados de la Región. El año pasado repetimos, pero en octubre se complicó por el tema social, están los cross country en Parque Ecuador y Laguna Redonda, con apoyo clave de los padres”, resalta.
Pero en lo competitivo tampoco se quedan, brillando los nombres de Margarita Masías en 10 mil metros; Catalina Sanhueza en 800 y 1500; Mauricio Orrego; Ignacio Toledo en jabalina; los hermanos Araneda en vallas, y Miguel Burgos en velocidad. Y otros emergentes como Renato Flores en bala, Sebastián Oporto en disco y Sebastián Ruiz en jabalina.
Aunque sin duda el gran logro del club es instalar el segundo meeting sudamericano en el país, tras el Orlando Guaita. “Nuestro mayor orgullo es el Grand Prix Ciudad de Concepción, que esperamos siga creciendo hasta ser obligatorio en el calendario nacional”, dice Fredes.
Una de las mayores figuras del club es Margarita Masías, campeona nacional de 10 metros planos, quien solo tiene palabras de elogio. “El club ha sido un aporte fundamental en mi desarrollo y el de muchos atletas en especial a nivel formativo, también en el área de lanzamientos, que era casi inexistente en la Región. En mi caso, desde que llegué a Concepción desde Puerto Montt, me acogieron sin problemas para poder competir por la Región, con distintas instancias de desarrollo como torneos y talleres. Y están preocupados de estar activos para que podamos participar en nacionales federados, pudiendo optar así a selecciones”, sentencia.