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Paula Gómez, seleccionada chilena de canotaje: ““El deporte es nuestro trabajo y no podemos hacerlo”

Por: Samuel Esparza 08 de Agosto 2020
Fotografía: Cedida

Perfectamente, como seleccionada nacional, Paula Gómez podría estar hoy en Curauma disfrutando de los beneficios del retorno a las actividades deportivas y con su canoa en el agua. Pero ella dice que en la zona tiene todo para trabajar: el mejor técnico (Gualberto Mesa), el mejor club (Náutico Bío Bío), una comuna que siempre la ayuda (San Pedro de la Paz) y con el soporte constante del IND.

Sin embargo, esta decisión regionalista le está pasando la cuenta por estos días a la deportista, que se ha visto imposibilitada de volver a los entrenamientos en la Laguna Chica. Casi cinco meses de confinamiento lleva la hualpenina, obedeciendo al pie de la letra lo indicado por la autoridad sanitaria. Tiempo en el que ha visto cómo todas las actividades están regresando, menos el deporte que para ella es su vida.

“No se entiende, los malls están llenos, igual los supermercados y la gente sale a trabajar. Pero nosotros aún no recibimos el permiso, el deporte también es nuestro trabajo y no lo podemos realizar”, señala.

Rivales con ventaja

Paula cuenta que durante estos meses el patio de su casa ha sido su gimnasio, ahí se conecta vía Zoom con su técnico y hace los ejercicios que puede, aunque reconoce las dificultades.

“Me ha afectado bastante no poder entrenar en el agua, el primer mes fue horrible porque estaba acostumbrada a estar todo el día en la laguna. Afortunadamente, ahora el club me prestó un ergómetro (especie de simulador de canoa) y el club de pesas me facilitó material como barras y discos, que me permitirán estar un poco mejor”, expresa.

Pese a ello, está segura que el retorno será muy duro. “Sé que cuando vuelva a remar será difícil retomar el ritmo, andaremos con muchos dolores. En el verano hicimos un excelente trabajo, pero lamentablemente eso se perdió”, sostiene, junto con advertir las desventaja que tiene respecto a sus rivales internacionales de cara al reinicio del calendario competitivo.

“Las niñas de Europa ya están remando hace tiempo, las de Canadá también. Hasta las argentinas y uruguayas se están preparando hace cerca de dos meses. Eso nos afecta bastante, para que nos vaya bien necesitamos el agua y nuestro espacio para remar. En noviembre está el Sudamericano de Uruguay, pero con la preparación que he tenido y si volvemos a entrenar muy tarde, no me veo con el oro”, enfatiza.

Actualmente, el Club Náutico Bío Bío tiene listo un estricto protocolo para regresar a las prácticas, pero descansa en una oficina esperando el visto bueno de las autoridades sanitarias. A juicio de la medallista panamericana, con eso bastaría para volver al agua sin riesgo.

“No estaremos encerrados en un lugar, sino que al aire libre. Cuando remamos vamos a 200 metros de distancia el uno del otro para no dejarnos olas, además, que en el protocolo del club se dispuso que sólo dos deportistas puedan coincidir en una misma hora en el Cendyr náutico. Entonces, no creo que sea tan complicado volver y lo necesitamos. Yo quiero estar en los Panamericanos Juveniles de Cali el próximo año y después pensar en Santiago 2023. Pero sin entrenar como se debe, es imposible”, cierra.

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