Respetando en todo momento el distanciamiento social, los fanáticos del Cerezo Osaka pudieron volver a apoyar a su equipo. ¿Se podrá dar algo así en Chile?
Así como la selección japonesa tiempo atrás sacó aplausos al limpiar y ordenar los camarines después de sus partidos, esta vez los elogios se los han llevado los hinchas. Específicamente los del Cerezo Osaka, equipo de la Primera División de Japón, que ayer jugó en su estadio ante el Nagoya Grampus.
Fue una jornada histórica, principalmente porque desde el comienzo de la pandemia, fue el primer fin de semana en el que bajo estrictas medidas de seguridad se autorizó el ingreso de público a los estadios. Y vaya que los hinchas del Cerezo Osaka supieron comportarse. El retorno de los fanáticos contempló toma de temperatura al ingreso, uso de mascarillas y, principalmente, distancia social entre ellos dentro del recinto. Este último aspecto fue el que llamó más la atención ya que, en perfecto orden, cada espectador se sentó a por lo menos dos butacas de distancia del otro.
Sin embargo, más allá de su excelente comportamiento, los hinchas del Cerezo Osaka no se fueron tan felices a sus casas, ya que su equipo cayó 0-2 ante Nagoya Grampus y desaprovechó la opción de ser líder del torneo. A fin de cuentas, una simple anécdota en una jornada histórica.