Técnicos, Gustavo Florentín y Jorge Garcés, analizaron el momento físico y trabajo realizado por sus equipos de cara a un torneo que debería comenzar a fines de julio. Todo siempre en condicional.
Mientras los demás clubes afinaban detalles en conjunto, Huachipato dio un paso antes y el 1 de junio comenzó a entrenar. En grupos reducidos y con el ministro de Salud llegando de sorpresa. Tres semanas después, los acereros hacen un balance de esta primera fase y explican cómo será la siguiente. Por su parte, Fernández Vial y la UdeC volvieron recién a la acción y se espera que el resto de los equipos siga pronto este camino, a poco más de un mes de la fecha fijada como inicio tentativo de campeonato.
El técnico de Huachipato, Gustavo Florentín, analizó que “estábamos haciendo un trabajo intenso con cuatro grupos y ahora eso cambiará, y los tendremos a todos en sólo dos grupos, pero siempre manteniendo la distancia usando todo lo amplio de la cancha. La idea es que ahora, incluso, podamos realizar trabajos tácticos y no sólo el reacondicionamiento más físico. Es motivante para el plantel y también para el cuerpo técnico”.
El paraguayo agregó que “ahora podré dirigir quince personas en un mismo lugar y es un gran avance para recuperar esa intensidad que teníamos en el arranque de este año. Ha sido todo de manera muy progresiva y va a llevar su tiempo. Físicamente, es normal que a los muchachos se les produzca alguna fatiga en los primeros días. Ahora son más fuertes los trabajos y notas que el cuerpo ya se ha ido adaptando. Algunos, muy mínimos, deben volver también a su peso ideal, pero se ve que hubo mucho cuidado personal durante la cuarentena”.
Fernández Vial
Fernández Vial volvió el viernes a las prácticas y uno de los más contentos era el técnico Jorge Garcés, quien señaló que “es muy distinto verse las caras nuevamente, más allá de que el club les proporcionó un kit a los muchachos para que pudieran trabajar mejor en sus casas. Tenían cuerdas, balones, colchonetas y todo muy bien liderado por Gerardo (Hernández). Por ahí tuvieron alguna arrancadita al parque, todo bien dentro de los protocolos que se requiere y, ahora, al fin ya pudimos estar en una cancha sintética, con grupos de a cuatro jugadores, lo que ya te permite realizar otros trabajos”.
Cree que hay que sacar lecciones de los clubes como Huachipato, que partieron antes, y siente que “aquí todos perdieron muchísimo de lo que habíamos avanzado en pretemporada, los partidos amistosos. Entrenar en casa era complejo, ojalá no retroceder tanto, pero lógicamente que pierdes mucho en lo físico y recuperar eso requiere tiempo. Sí creo que en Chile hemos sido ordenados y planificados. Se está entrenando con mes y medio de anticipación a un posible comienzo de torneo, y los protocolos se han trabajado en conjunto, con los cuerpos médicos de los clubes. Me parece que se ha hecho bien. Ahora, sí va a ser triste la vuelta, ojalá a fines de julio, cuando juguemos sin público. Vamos a jugar en familia, pero no queda otra”.
Universidad de Concepción también volvió a las prácticas el lunes pasado, en grupos de ocho jugadores y todo el plantel y personal cercano al trabajo se realizó el test PCR para descartar contagios. Fueron 57 los examinados en el Laboratorio Clínico Prevegen, los que arrojaron negatividad en la presencia de Sars-COV-2, lo que significa que “el material genético del virus no fue detectado en la muestra actual”. Esta semana seguirán los trabajos en este mismo formato, antes de pasar a una fase dos.