La Federación Mundial de Rugby sorprendió con la sugerencia de varios cambios para que el rugby vuelva a la acción en tiempos de pandemia. Sugerencias que cada país decidirá si las toma o las deja, pero ya levantaron polvo por los radicales giros que harían a uno de los deportes colectivos de mayor contacto.
Una de las novedades sería la casi eliminación del scrum, formación fija donde se juntan constantemente 8 jugadores por equipo y, según estudios realizados en España, sería la situación más riesgosa del juego. Se privilegiaría la patada a los palos y también quedarían fuera los tackles altos y se reducirían los tiempos de varias situaciones de contacto.
Daniel Romo, técnico de Old John’s, opinó que “es cierto que el scrum hace el juego más lento, pero sin él siento que el rugby perdería su sello. Parecería otra cosa, casi con reglas de Seven. Es extraño. Nueva Zelanda empezará su competencia luego (13 junio), sin considerar estas sugerencias, aunque la realidad de ellos, en cuanto a manejo de pandemia, obediencia y número de contagios es muy distinta”.
El capitán de la selección española, Fernando López, declaró que “con esos cambios se pierde la esencia del rugby, es otro deporte”. Romo coincide con él y agrega que “creo que es mejor volver cuando se pueda, aunque esto debería ser para largo, pero volver con el rubgy como siempre ha sido. Acá la Federación ya ha hecho sondeos con los clubes de Arusa para ver en qué condiciones están, cuánto tiempo se necesitaría para una puesta a punto. Eso se está haciendo”.
Los cambios de reglas fueron reprobados también en Inglaterra, mientras Francia decidió bajar la cortina por toda esta temporada. Países con tradición en este deporte. Romo manifestó que “cada vez somos más aplanados con las cifras gigantes de casos diarios de contagio y muertos y no creo que porque vuelva Nueva Zelanda vuelvan los demás países. Es otra realidad, muy distinta”.