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Taekwondo sonríe y espera en tiempos de incertidumbre

La disciplina ha crecido enormemente a nivel Adesup, con mayor cantidad de competidores en cada universidad, más apoyo de IND e instituciones, y trabajo en conjunto de todos los equipos. Entrenadores de 2019 analizan los éxitos.

Por: Carlos Campos 18 de Mayo 2020
Fotografía: Raphael Sierra P.

En el taekwondo tienen más que claro que no son un deporte masivo, popular, ni que arrastre multitudes, pero no por eso dejan de destacar los grandes crecimientos que han logrado en las últimas temporadas en Adesup.

“Hemos tenido bastante auge como disciplina, porque este es un deporte estratégico para el IND, ya que se disputa, también, en Juegos Olímpicos. Se logró masificar este deporte en prácticamente todas las universidades. La Ucsc es la única que no tiene. Han sido largos años de trabajo para llegar a esto”, afirmó Viviana de la Rosa, entrenadora de taekwondo para la UdeC y USM.

Su opinión fue compartida por el técnico que tuvo la Unab en 2019, Erison Bravo, quien comentó que “cada año el taekwondo ha crecido más y sumado adherentes. La UdeC y UBB han sido las potencias, por la increíble cantidad de competidores que tienen. Nosotros, el año pasado, tuvimos alrededor de 20, pero en la UdeC fácil deben haber tenido unos 50 y así”.

Razones que dejan contentos a los protagonistas de un deporte que, al igual que el resto de las disciplinas a nivel Adesup, sufrieron la cancelación de los nacionales en 2019, que se realizarían en Punta Arenas y donde habían clasificado a sus mejores exponentes. Por el lado de la UdeC, quienes sacaron pasajes a dicha instancia fueron 11 estudiantes-deportistas, aunque por razones de fuerza mayor, uno de ellos debió bajarse del viaje. Karime Rojas, Karina Billar, Patricia Lagos, Stephania Pasten, Javiera Monje, Justin Rojas, Javier Duarte, Vicente Figueroa, Cristóbal Gutiérrez e Iván Astorga serían los encargados de dejar bien puesta la camiseta del Campanil en el extremo sur del país, pero el estallido social cambio esos planes.

Por la U. Técnica Federico Santa María, quienes mejores resultados tuvieron en el año fueron Freddy Constanzo y José Marín, mientras que en la Unab, los cupos fueron obtenidos por Pablo de la Fuente y Carolina Vieira. Eran 23 las vacantes totales, de cara a una instancia que no pudo realizarse.

“En resultados individuales, esperábamos un poco más, aunque los chiquillos tampoco conocían mucho al taekwondo ni tenían tanta competencia. De todas maneras, a nivel general, la convocatoria para nosotros en cuanto a competidores fue muy buena. Antes de entrenar a la Unab fui estudiante y logré llegar tres veces seguidas a los nacionales, pero en ese momento no teníamos equipo. Eran sólo dos compañeros y yo. El año pasado logramos tener entre 15 y 20 chicos, lo que, sin duda, es muy positivo. No sé si este año haya competencia, pero espero que a futuro puedan seguir creciendo”, agregó Erison Bravo, entrenador hasta el año pasado de la Unab.

Lukas Jara M.

Esfuerzo y compañerismo

El taekwondo está dividido en tres categorías: principiante, intermedio y avanzado. En cada una de esas series, hay casos de chicos que se les hace más fácil competir y representar a su universidad, a diferencia de otros que recién a nivel superior dan sus primeros pasos. “Teníamos planificado que antes de empezar a competir en Adesup, debíamos adquirir roce. Así, participamos en la Copa Temuco, Copa Acero y en tres campeonatos en una liga del IND en Bulnes. El balance fue muy positivo, ya que obtuvimos buenos resultados en todos”, aseguró Erison.

El ex entrenador de la Unab dijo, además, que “tuvimos siempre gran apoyo de Luis Olivares, el jefe de la DGD (Dirección General de Desarrollo Estudiantil), quien se la jugó y puso la camiseta por nosotros. No teníamos implementación electrónica y él las consiguió, junto con pasajes, alimentación, poleras, entre otras cosas. A nivel general, la sensación de 2019 es buena. Hicimos peleas y se ganó experiencia con los chicos, porque había muchos que nunca habían tenido combates y a mediados de julio ya tenían diez peleas en el cuerpo”.

Siendo entrenadora de dos casas de estudios, UdeC y USM, ¿Le tocó en alguna oportunidad a Viviana de la Rosa que chocaran en una pelea sus dirigidos? Contó que “sí, lo bueno es que ellos, a veces, entrenan juntos y eso es muy gratificante, Muchos generan amistades y así hacen valer todas sus habilidades sociales. El deporte los lleva más allá de generar un combate, los hace crecer como personas. No hay rivalidad, sino que una unión muy grande, donde muchos desde afuera, a veces, dicen, ¿pero cómo? Yo quedo imparcial y que gane el mejor, quien se esforzó más y lo hizo bien. Así es el deporte. El trabajo en equipo que tienen ahora, luego, se extrapola a nivel laboral. Hoy las empresas valoran muchísimo las habilidades blandas”.

La entrenadora tiene clarísimo que el taekwondo ha ido creciendo con el paso del tiempo, aunque, de igual manera, es consciente de las condiciones con las que cuenta cada universidad para enfrentar la temporada. “Este deporte ha ido avanzando, porque la base que se está formando a nivel universitario es la que sale de los colegios. Los chicos llegan con conocimiento y eso permite ir formando buenos equipos. A la UdeC llegan muchos con gran talento, pero en la USM algunos vienen de colegios municipales, donde no tienen esa oportunidad”, aseguró, añadiendo, además, que “la UdeC siempre tendrá más gente porque es más grande. Hemos hecho un trabajo enorme, logrando el primer lugar, tanto en mujeres como hombres, el año pasado. En cambio en la USM, el taekwondo es un deporte nuevo. Cuesta más ir reuniendo gente y quienes se suman parten desde cero, casi hay que ‘criar’ a los jóvenes deportivamente”.

De cara al futuro, Viviana de la Rosa sentenció, entre resignación y risas, que “será una pena el retorno, porque seguramente los chicos no estarán en las condiciones óptimas para competir. Este es un círculo vicioso, levantarse, acostarse, vamos comiendo y no hacemos ejercicio. Estamos todos en las mismas”.

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