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Pamela Puchi no olvida sus orígenes y hoy trabaja buscando equiparar la cancha

Pamela Puchi tiene 26 años y está cerca de titularse como ingeniera civil industrial, pero su vida deportiva también la ha llevado lejos. Más allá de brillar en vóleibol y básquetbol en la UBB, la oriunda de Coronel creó un club en su comuna, que pretende descubrir talentos desde muy pequeños.

Por: Carlos Campos 18 de Mayo 2020
Fotografía: Adesup

Su amor por el vóleibol no arrancó desde muy pequeña, pero con el paso del tiempo y por una tradición familiar, Pamela Puchi empezó a organizar su vida en torno al deporte.

“Cuando los compañeros iban a tomarse una cerveza en la tarde, a veces, había que aprender a decir que no para priorizar los estudios y el deporte”, comenta la estudiante de Ingeniería Civil Industrial, una de tantas carreras universitarias donde el tiempo nunca sobra. Y como si aquello no le demandara gran parte de sus horas semanales, Pamela no sólo se relacionó con una disciplina, sino que fueron dos. A nivel Adesup, jugó vóleibol y básquet con la camiseta de la Universidad del Bío Bío, una institución de la que ya está cerca de egresar.

“Estoy con la tesis. Desde chica que juego básquetbol y es el deporte que más he hecho, pero me gusta más el vóleibol. En la UBB nos va mejor en básquet, donde siempre salimos segundas o terceras, porque la UdeC es muy difícil de vencer”, afirma, agregando, además, que “en básquet siempre peleamos y nos íbamos a repechaje, pero nunca pude ir al Nacional. Acá en Conce la competencia es fuerte y en vóleibol también, con rivales muy fuertes como UdeC y la Ucsc. Es difícil para nosotras, porque la mayor parte de alumnos siempre se van a la UBB de Chillán y hay niñas que a veces más que a competir, entran al equipo a aprender. Siempre la USS ha sido nuestra competencia directa”.

Adesup

“Me atreví”

Pamela nació y se crió en Coronel, lugar donde la práctica del vóley es muy escasa. ¿Qué la motivó a jugar tal deporte? Su familia siempre ha estado ligado a él e, incluso, hasta el año pasado, coincidía en algunas competencias de Adesup con un hermano de la Unab. “Comencé como en Segundo Medio a jugar, pero con muy poca actividad. Acá en Coronel, prácticamente el que tiene equipo ya gana. No es mucho más. Por lo mismo, me atreví a dar el salto a ir a probarme a Conce. Fui al CER (Centro de Entrenamiento Regional) que estaba partiendo con Eduardo Ruiz. Me daba miedo, pero así empecé en el vóleibol”, dijo Pamela.

En tal momento había pruebas para los Juegos de la Araucanía, uno de los grandes recuerdos deportivos de Pamela. “En Cuarto Medio fue un muy buen año, ya que con una amiga nos fueron a ver en unos partidos y nos llamaron para reforzar a La Asunción en un Nacional Escolar. Jugando en Coronel, siempre nos ganaban como 25-4, pero sin duda éramos muy aguerridas. Más adelante, ganamos La Araucanía y entré con beca deportiva a la UBB”, agregó.

Así, ya en la universidad, la joven de 26 años vivió un gran momento que aún agradece. “El deporte me abrió puertas, ya que la UBB me dio la oportunidad de salir por un semestre de intercambio a España. Estuve en la Universidad de Jaén, en Andalucía. Me ofrecieron quedarme por más tiempo, pero quise volver a Chile, porque echaba de menos. De los seis meses que estuve, entrené los primeros tres y, luego, me dediqué a viajar por toda Europa para conocer otras culturas. Eso fue en 2016”, repasó.

Club Rucalhue

Como una forma de motivar a los más pequeños y con la idea de que todos tengan la opción de practicar deporte, Pamela creó un club de vóleibol en su comuna. “No había cómo potenciar este deporte acá. Por lo mismo, soy la presidenta del Club Rucalhue. Partimos en enero de 2019, ya tenemos personalidad jurídica y estamos funcionando bien. Mi motivación principal es formar talentos, ya que yo cuando empecé no tuve la oportunidad que nadie me enseñara aquí. Partí con muchas deficiencias técnicas que fui puliendo con el tiempo. Siento que el vóleibol me abrió tantas puertas sin tener mucha expertise, que si varios chicos de Coronel tienen la oportunidad de aprender desde antes, pueden llegar mucho más lejos”, comentó Pamela.

Y la estudiante-deportista no está sola en esta misión. “Tengo apoyo de un kinesiólogo, que antes trabajó en la Católica, y de mi pareja, que también juega vóleibol. Él vive en Coronel y hoy es el entrenador. Tenemos los recursos humanos y administrativos, por lo que entre todos formamos este club. Somos alrededor de 80 entre todos, donde también hay muchísimo apoyo de los apoderados. Me interesa mucho, además, que los niños tengan mejores oportunidades en cuanto a sus estudios. La idea es captar talentos y hay varios que juegan bastante”, cerró Pamela.

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