Deportes

Gianluca Dapelo: Un penquista que convive en el blanco de la pandemia en Italia

El deportista pasa su cuarentena en Lombardía, región que suma más de la mitad de los fallecidos por Covid-19 en el país europeo. Desde allá cuenta cómo pasa los días en el epicentro del dolor.

Por: Samuel Esparza 22 de Abril 2020
Fotografía: Gianluca Dapelo

Partía este 2020, enero, y parecía abrirse todo un mundo para Gianluca Dapelo. Tras pasar tres meses en la localidad italiana de Piacenza, el campeón nacional de tiro deportivo se instalaba definitivamente en Gardone Val Trompia, provincia de Brescia, en plena Región de Lombardía.

Como ingeniero, se integraba a la fábrica de armas Pietro Beretta, haciéndose cargo de la comercialización de un servicio tecnológico para el deporte del tiro al vuelo. Todo lo que quería en la vida estaba ahí y se aprestaba a iniciar una nueva etapa. Pero, un pestañazo, y en cuestión de semanas, el sueño ya era pesadilla.

Eso demoró el coronavirus en trastocar la vida de la pujante localidad ubicada al norte de Italia, hasta convertirla en epicentro de la pandemia en aquella nación. Las cifras son brutales: al cierre de esta edición, el país sumaba 25.000 fallecidos, de los cuales más de la mitad provienen de Lombardía, que no ha visto descanso desde el comienzo del brote.

Algo que está viviendo en primera persona el deportista penquista, quien en contacto con Diario Concepción cuenta detalles de lo que son sus días en el corazón del desastre sanitario.

Calma en la tormenta

La verdad es que el título de catástrofe está bien puesto. Por sanidad mental, ya dejé de seguir las estadísticas, porque es caótico. Lo que sí sigo son las indicaciones sanitarias al pie de la letra y cuando por redes sociales veo un título alentador, lo leo dependiendo de la fuente. Pero cuando digo ‘alentador’ es que los números rojos se acerquen al equilibrio, el sistema de salud está colapsado y todavía le queda un tiempo para recuperarse y llegar a operar en una cierta normalidad”, comienza señalando Gianluca.

Por mi parte estoy bien, encerrado y solo en el último piso de un edificio, así que tengo mucho control sobre los riesgos que corro, que son realmente los mínimos posibles. Salgo una vez a la semana a comprar al súper porque se me acaba la comida, con guantes, mascarilla y ‘tutto quanto’. Acá viene el verano, queremos pensar que, subiendo las temperaturas, el panorama será menos grave”, añade.

El deportista dice que debe hacer esfuerzos para mantener la cabeza despejada entre tanto infortunio. “Son chocantes las noticias en la tele y la radio donde lanzan unos números que impresionan de mala manera. Pero lo más difícil, personalmente, ha sido cambiar los hábitos y no tener certeza de cuándo vaya a poder recuperarlos. Me cuesta imaginar una ‘normalidad’ de vuelta pronto, me refiero a este año, y eso afecta la manera en que había proyectado mi vida. Me vine a Italia porque me gusta la cultura, saludar de beso, dar la mano, abrazar, la interacción social, y ahora resulta que el contacto físico va a ser mal visto, y con justa razón”, expresa.

Pese a estar tan lejos y en una zona tan complicada por la pandemia, Gianluca Dapelo dice estar muy atento a lo que ocurre en Chile con los suyos.

“Me preocupa mi familia y mi polola que están allá, mis papás son asmáticos y tengo varios hermanos, por lo que hay muchas circunstancias que pueden ser vectores del virus. Pensando en el país, me preocupa que se pueda reactivar la economía responsablemente, dando prioridad a lo sanitario, pero sin olvidar el deber que existe con las familias que necesitan vivir. Tendremos que ser austeros por precaución hasta que pase el invierno al menos, evitar salir o ir al supermercado si no es necesario”, dice.

Además, agrega que “tengo amigos que trabajan en el área de la salud y se exponen constantemente y a sus familias por servir a la sociedad, por respeto a su esfuerzo es que tenemos que ser austeros. De esta se sale trabajando en conjunto como los japoneses, con los que compartimos tantas cosas como los terremotos, tsunamis y la capacidad para levantarnos. Hoy día deberíamos tratar de compartir algo de su cultura”.

Etiquetas