Anfp los obligó a viajar desde Calama a Santiago y al final se suspendió duelo con Magallanes. Jugador, que pertenece a la UdeC, asegura que el plantel no quería ir, sabiendo que no hay condiciones para volver a jugar.
Cobreloa viajó dos veces a Santiago para enfrentar a Magallanes y en ambas no pudo jugar el partido. Pero el hecho más insólito se vivió ayer, cuando en plena crisis social, la Anfp igual obligó a los loínos a trasladarse desde Calama hacia la capital. Ayer iban a jugar, supuestamente, ante Magallanes a las 12:00 en La Pintana, pero el duelo fue nuevamente postergado.
Parecía un chiste de mal gusto. ¿Qué pasó? El volante Juan Pablo Abarzúa estaba en el camarín a la espera de salir a la cancha cuando les avisaron que finalmente no jugarían. “Todo comenzó en Calama. Nos preguntaron ahí si queríamos jugar, a lo que de inmediato respondimos que no. Hasta último minuto fue lo mismo, pero nos obligaron y viajamos contra nuestra voluntad, sabiendo que igual no se iba a poder jugar”, dijo el volante, que está a préstamo desde la UdeC.
Abarzúa, a bordo del bus que los llevaba del estadio al hotel, agregó que “llegamos al estadio y acá nos informaron que no se podía jugar porque no estaban las condiciones. Estamos muy molestos. Es pérdida de dinero para el club y valioso tiempo de trabajo. Después de salir del estadio, nos metimos en un tremendo taco, para un partido que, más encima, era sin público”.
El volante apuntó contra la Anfp. “Pienso que querían ver qué pasaba con nosotros ahora, para ver si desde ahí jugaban el resto de partidos. No se pudo claramente y tampoco se podrá”, afirmó.
Pero, ¿qué argumento les dieron para suspender ayer? Abarzúa añadió que “no sé quién lo habrá dicho, pero el rumor que andaba es que una turba de manifestantes entraría al estadio. Tuvieron miedo de que estuviésemos jugando y pasara eso. Y por lo mismo, para cuidar nuestra integridad física, decidieron que lo mejor era suspender. No sabemos qué pasará con el partido y tampoco tengo idea si volveremos a Calama porque, aunque es mínima, hay una posibilidad de que juguemos mañana (hoy). Pero no creo que así sea”.
Por último, el volante de 27 años dejó clarísimas sus prioridades en torno a lo que vive el país. “Lo primero es lo primero. Estoy con todo lo que se está alegando y con las manifestaciones. Salí de abajo y sé la realidad que vive la gente. Mi papá gana sólo un poco más que el sueldo mínimo y aún sigue trabajando. Entiendo lo que está pasando y está bien que se suspendan los torneos quizás. Quieren regularizar el país con fútbol y así no funciona esto”.