Deportes

Deporte y arte para prevenir el consumo de drogas

Por: Diario Concepción 22 de Abril 2019
Fotografía: Lukas Jara M.

Pablo Luna Villouta
Académico de Pedagogía en Educación Física
Universidad San Sebastián

El uso del tiempo libre en los jóvenes es una preocupación creciente en la sociedad. En específico, en los adolescentes chilenos el sobrepeso, la obesidad, el consumo de alcohol y drogas se presentan en cifras altas si las comparamos con otros países del continente y del mundo.

En este sentido, se busca impulsar, desde los ámbitos privado y público, estrategias para modificar hábitos y conductas indeseadas y, a la vez, fomentar la utilización adecuada del tiempo libre. Es así como recientemente el gobierno presentó el programa “Elige vivir sin drogas”, que busca prevenir consumo de drogas y alcohol en la población juvenil.

En consideración a lo señalado, desde la evidencia científica y la experiencia de otros países, las estrategias de intervención o acción a nivel comunitario que logran mejores resultados son aquellas que buscan el desarrollo de habilidades y talentos. Ofrecer actividades vinculadas a sus intereses y cultura, en horarios y lugares más allá de salas de clases, utilizando horas libres.

Además, es clave que estas actividades se implementen con profesionales idóneos y con el apoyo de profesionales de otras áreas afines, para así tener un abordaje multisectorial, ya que se debe buscar incluir, junto con los jóvenes, al entorno familiar, que resulta ser un factor relevante de apoyo e incentivo para el éxito de estos programas.

En particular, las actividades que parecen mejor conectar en estos modelos son las físicas y artísticas, que permite vincularse en colectivos que comparten los mismos intereses y gustos. Para ello, es clave detectar qué actividades físicas, como las deportivas, y artísticas y culturales son las más reclamadas por la comunidad. En la medida que se opte por las preferidas, habrá mayor probabilidad de mantenerse en el tiempo y lograr alta adhesión.

Además de lo anterior, la planificación debe orientarse hacia actividades lúdicas y con fines recreativos, que sean instancias de sano esparcimiento y desarrollo personal. Por lo tanto, en la implementación de las actividades debe existir la percepción de que es un espacio elegido voluntaria y libremente, para divertirse y desarrollarse. Además, es importante considerar el fomento de la creatividad y de la autonomía para exponer puntos de vista y opiniones, ya que permite sentirse constructor de su propio aprendizaje, elevando el compromiso y asistencia.

Finalmente, es necesario consignar que los programas educativos y sociales que pretenden modificar hábitos y prevenir conductas indeseadas son de largo aliento. Por ende, las autoridades deben cautelar en sus presupuestos el tiempo y los recursos necesarios, de lo contrario los esfuerzos desplegados no tendrán el resultado esperado.

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