Álex Succar es una gran promesa del fútbol peruano que le ha costado explotar y busca su despegue en Huachipato, donde llegó ayer, a préstamo desde Sporting Cristal, club que se reforzó para jugar Copa Libertadores y no le aseguraba demasiada continuidad, con Herrera y Palacios arriba. El acero, en tanto, necesitaba otra carta de ataque, lo que se notó de sobremanera con la ausencia de Anthony Blondell en los últimos partidos.
Succar tiene 23 años, es oriundo de Lima, y su apellido apareció en la órbita futbolística durante el Sudamericano Sub 20 del 2015, en Uruguay. En ese torneo, marcó 4 goles, incluyendo el del 1-1 con Paraguay, que clasificó a su país al hexagonal final. Al año siguiente pasó a Universidad de San Martín, donde vivió sus mejores días marcando 21 goles en 48 encuentros.
Su buen rendimiento lo llevó al fútbol suizo, donde recaló en el Sion y ahí marcó uno de los goles que salvó al equipo del descenso, en mayo de 2018. En agosto del mismo año, fue operado por un problema en los tendones. Le costó recuperarse, pero Gareca lo quiere de vuelta, pues antes lo nominó dos veces a la selección nacional.
En la prensa peruana hablan muy bien de sus condiciones, lo llaman “Cabeza de Yuyo” y aseguran que es fanático de Bob Marley y Ronaldo, su delantero favorito. Pudo ir al Melgar, pero terminó en Huachipato, donde espera recuperar su mejor nivel.