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Diego Reyes, un talento que brilla con la paleta defendiendo a la UBB

Estudia Ingeniería Comercial y se luce con la paleta no sólo a nivel local, sino que hasta compitiendo con otros talentos extranjeros. Diego Reyes fue escogido el mejor de su disciplina en 2018 y ahora apunta alto. “La idea es recuperar el trono y ser campeones”, aseguró.

Por: Carlos Campos 04 de Febrero 2019
Fotografía: Raphael Sierra P.

Es una carrera que ya suma largos éxitos hace bastante rato, aunque a esta altura una victoria más para Diego Reyes no significa tanto. El estudiante de ingeniería comercial de la U. del Bío Bío brilla en el tenis de mesa y fue distinguido por Adesup a fines del año pasado como el más destacado de su disciplina. “Es muy emocionante. Siempre quise y esperé algo así”, comentó Diego Reyes, que tiene 25 años, pero compite desde los 11.

¿Cómo partió el amor de Diego por el tenis de mesa? Es una relación que prácticamente sólo le ha dado alegrías, más una gran colección de medallas y copas. “Uh, ni siquiera las cuento ya. Deben ser más de 200 medallas las que tengo. Y copas, unas 30, yo creo. He sido campeón nacional, universitario, individual y por equipos”, agregó Diego.

Y su historia arrancó con sólo 11 años, en el Colegio San Cristóbal de Talcahuano, el cual quedaba muy cerca de su casa. “Mis compañeros me motivaron a jugar tenis de mesa. Así, fui a campeonatos donde me empezó a ir mejor que ellos. Luego pasé a la Asociación de Talcahuano y jugué tanto a nivel regional como local. Estuve hasta los 20 años y también pasé por Huachipato. Tuve muchísimos viajes a Santiago, Viña del Mar y el sur, por ejemplo. No me frustro por perder, disfruto mucho la competitividad y en equipo, como competimos acá en la universidad, me entretengo mucho”, asegura Diego Reyes, quien estuvo toda su etapa escolar en el mismo colegio, desde kínder hasta cuarto medio.

Para él, el tenis de mesa es más que un simple deporte donde lo pasa bien. “Es un estilo de vida para mí, porque lo practico desde chico. Mi familia me apoya muchísimo no sólo en los viajes, sino que para las mismas paletas, que no son baratas. Y yo igual debo tener cuidado con eso, porque a veces tengo cajas de pelotas de ping pong, pero se las comen los perros”, agrega medio en serio y medio en broma.

Y como él mismo lo aseguraba, su talento no sólo lo tiene obteniendo buenos resultados a nivel local y nacional. “Estuve compitiendo en un circuito mundial que se jugó el 2011 en Santiago. Salí en el lugar 11° entre 64 deportistas. Había hartos participantes venidos desde Europa y de todos lados. Fui el mejor del país, pero perdí con un brasileño”, recordó, sobre una de las actuaciones que más valora de su carrera.

Pero sus alegrías y celebraciones más recientes las ha tenido en la zona junto a sus compañeros de la UBB, con quienes obtuvo el cuarto lugar nacional, tras lograr el primer puesto a nivel Adesup.

Dentro de todo no fue un mal año para él y su equipo, un grupo que está conformado por Sebastián Cancino, Sergio Luhr y Diego Lagos, además de los entrenadores Carlos Vega y Rodrigo Moraga. Este último, sobre su dirigido, comentó que “es un excelente jugador que ha tenido mucho compromiso con el tenis de mesa. Ha jugado finales de manera increíble con la camiseta de la UBB y, ese corazón y pasión que tiene, es un motor de fuerza para nosotros como equipo”.

“El año pasado terminamos en el cuarto lugar y por ello no logramos medalla, pero en esta temporada la idea es recuperar el trono, ya que en 2017 fuimos campeones. Este año vamos por el campeonato. En los últimos años igual nos ha ido bien”, afirmó Diego.

¿Y cómo se compite en el tenis de mesa en Adesup? “Es como Copa Davis”, dijo el deportista. Y añadió que “son cuatro singles y un dobles, pero acá  en vez del dobles, juega un tercer single. Así, dos jugadores suman dos partidos cada uno, mientras que el tercero sólo uno. Se juega a cinco sets de once puntos, quien se queda con tres, gana”.

Diego ya proyecta este año y busca repetir esos exitosos golpes que lo tienen como el mejor del año pasado. “Mi revés es el que me caracteriza y por eso me reconocen. Saco y ataco con top spin”, reveló el estudiante de tercer año en ingeniería comercial de la UBB, que tuvo que apelar al refrán “la tercera es la vencida” en cuanto a lo académico.

“Entré a estudiar ingeniería civil mecánica a la UBB primero. Luego, estuve en la UdeC estudiando ingeniería comercial, pero ahora pasé a tercero de esa misma carrera en la UBB. Y sí, la tercera fue la vencida”, señala.  “No me es difícil compatibilizar la universidad con el tenis de mesa. Y eso que soy medio flojo para estudiar a veces”, reconoce.

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