Una innovación más en uno de sus modelos más exitosos presentó Mazda, con la nueva versión diésel del CX-5, la que como principal característica presenta sus pistones nuevos y un turbocompresor de geometría variable, lo que hace que la motorización denominada Skyactiv-D entregue una gran experiencia de conducción.
La nueva unidad motriz entrega una potencia de 188 HP, y con un par máximo de 450 Nm, incorporando también otros aspectos de equipamiento como sensores de estacionamiento delanteros y traseros de serie, lo que se une ya a las múltiples tecnologías que se ofrece en el modelo.
Entre sus tecnologías, destaca el i-Activsense, poseedora de un sistema de frenado inteligente en ciudad (SCBS), el sistema de asistencia y advertencia al mantenimiento del carril (LAS y LDW), monitoreo de punto ciego y alerta de tráfico cruzado trasero (Advanced BSM), sistema de advertencia en caso de cansancio del conductor (DAA) y faros adaptativos LED (ALH), entre otros elementos de seguridad activa y pasiva. Esa versión presenta también el buen desempeño que entregan las tecnologías Skyactiv en materia de consumo y emisiones, su efectivo sistema de tracción inteligente i-Activ AWD y el sistema G-Vectoring Control (GVC), que integra el motor y el chasis a través de la dirección, mejorando la estabilidad en curva y maximizando la comodidad de los pasajeros.
La nueva versión de la CX5 fue presentada en el marco de la Jinba-Ittai Experience, que contiene una serie de animaciones interactivas que permiten descubrir la unión del conductor y el auto a través de la tecnología y el diseño de Mazda.
Además, se pudo ver en terreno una prueba con rodillos, que simulan distintas condiciones de adherencia para verificar el funcionamiento del sistema inteligente i-Activ AWD, que distribuye la potencia entre los ejes dependiendo de los requerimientos del terreno.