Uruguay, sin Cavani, intentará superar a la sorprendente Francia de Mbappé. Brasil, en tanto, animará un choque de escuelas ofensivas ante la Bélgica de Lukaku y Hazard.
Solo dos equipos sudamericanos contra seis europeos. Ese es el escenario de cuartos de final en Rusia 2018. Uruguay y Brasil son los estandartes de esta parte del mundo y enfrentarán a dos que sacaron chapa de candidatos: la asombrosa Francia de Mbappé y Bélgica, con su generación dorada. El lado más duro de la llave promete dos partidos de alto vuelo.
Uruguay llega con canasta completa a esta etapa. Cuatro partidos jugados y los cuatro ganados, ni más ni menos. El “Maestro” Tabárez ha dado confianza a un mediocampo con escasos minutos vistiendo la celeste y, con más guerra que talento, le han respondido. Vecino, Nández, Betancur y Torreira son los destructores charrúas.
Pero todo ese circuito de corte descansa sabiendo que los dos de arriba te matan en cualquier momento. El problema es que esta vez solo estará uno. Edinson Cavani, autor de un doblete en el último 2-1 sobre Portugal, sufre una “lesión edematosa en el músculo gemelo interno de su pierna izquierda”, según el informe médico. Con suerte, irá al banco de suplentes. Suárez sería acompañado por Cristián Stuani, con 5 goles en 42 partidos con su selección.
Del otro lado, esta Francia que lleva 9 partidos seguidos sin perder contra sudamericanos en un mundial. El volante Corentin Tolisso sería el reemplazante del suspendido Blaise Matuidi, dejando arriba al tridente Giroud, Griezmann y Mbappé, sensación del torneo tras su doblete ante Argentina (4-3) con solo 19 años.
Brasil va de menos a más y hoy tiene su prueba de fuego contra Bélgica, el otro equipo con registro perfecto y marca de 12 goles en 4 partidos. Es decir, 3 tantos por encuentro. Brasil, todo lo contrario, luce la mejor defensa con apenas una diana en contra.
Tite confirmó la vuelta de Marcelo a la banda izquierda, tras lesión en la espalda, y el ingreso de Fernandinho en lugar del suspendido Casemiro. Bélgica, en tanto, planea el ingreso como titular de Fellaini por Carrasco. El cuadro europeo pretende igualar su mejor actuación en mundiales, en 1986, cuando llegó a semifinales y lo eliminó la Argentina de Maradona.