“Me quedan los últimos certámenes. Me iré estudiando en el bus”, cuenta el delantero que comanda al líder de la Tercera B.
Le queda poco para terminar la carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos, en el Virginio Gómez. Luego vendrán la práctica y tesis.
“Tengo clases todos los días en la tarde y salgo a las once y media de la noche. Es sacrificado, pero me gusta lo que hago… Las dos cosas. Además, ni loco dejo los estudios de lado”. Esa es la mentalidad de Ignacio Hermosilla, que a sus 24 años, se ha transformado en emblema de este Deportes Concepción puntero de Tercera B.
El atacante estaba “en el aire” hasta que se destapó con Hualqui, en el Hexagonal del Bío Bío, y llegó al club morado. Una nueva oportunidad en su vida y no la iba a dejar pasar. “Hice inferiores en Huachipato, pasé por Naval y hasta estuve el 2013 en Vial, cuando salimos campeones. Poca gente lo sabe … Yo tenía como 20 años y jugué poco”, cuenta el artillero.
Hoy es referente del “León” y señala que “es bonito, porque llegué recién este año y la gente me ha tomado mucho cariño. Me escriben mensajes, me piden sacarse fotos conmigo, me hablan en la calle. Es una presión grande porque este es un equipo que, de local, no juega con menos de cinco mil personas. Todos los ojos están sobre ti, todos los equipos quieren ganarte y se juegan la vida contra nosotros. Es una responsabilidad que me gusta. Concepción es mejor vitrina que varios equipos de Segunda y sé que si andas bien acá, mucha gente te está mirando, aunque mi objetivo es subir con este equipo”.
Este sábado, a las 15 horas, visitarán a Enfoque, en el estadio Patricio Mekis. Hermosilla comentó que “es un viaje largo y me quedan los últimos certámenes. Me iré estudiando en el bus. Termino todas las pruebas y disertaciones en dos semanas más y hay que aplicarse, después entrar a la cancha y meter goles. En Concepción tienes que andar siempre bien”.
El fin de semana, Concepción ganó 2-1 a Hualqui, en Collao, pero sus hinchas se anotaron otro triunfo: juntaron 400 parkas y abrigos para la Corporación Catim, con niños de Los Ángeles, Curanilahue, San Pedro, Tomé y Concepción.