Campanil perdió 61-49 ante la U. de Viña del Mar, en un duelo donde se mostró errático y con bajo nivel individual de sus principales figuras.

Ricardo Cárcamo Ulloa
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Luego de su emotivo triunfo en semifinales ante la Unab, la UdeC llegaba con confianza a la final nacional universitaria de básquetbol, que se jugó ayer en el gimnasio Arlegui de Viña del Mar. Sin embargo, el Campanil estuvo lejos de su mejor versión y cayó inapelablemente con la U. de Viña del Mar por 61-49. 

El inicio estuvo marcado por los fallos y errores de ambos elencos. Recién cuando ya habían transcurrido más de dos minutos vino la primera conversión, con un doble de Jorge Vásquez. La tónica se mantuvo en la segunda parte del primer cuarto, con los dos equipos bastante erráticos y sin buena efectividad desde la cancha. 

Un triple de Vásquez le dio ventaja de 7-4 a la UdeC con 4:38 por jugar en el periodo. Otro lanzamiento a larga distancia, ahora de Venegas, le permitió ponerse 10-6 al frente al elenco auricielo, pero de la mano de Gallardo y el buen trabajo de Carrión sobre Villagrán los viñamarinos acortaron distancia. 13-12 terminó el parcial para los dirigidos de Carlos Musso.

El inicio del segundo cuarto fue al ritmo del elenco viñamarino, que metió una racha de 8-0 para pasar arriba por 20-13. En la UdeC, seguía muy errático Villagrán, y las constantes pérdidas le pasaban la cuenta, permitiendo la levantada de un elenco que además contaba con el apoyo mayoritario del público.

Vásquez apareció otra vez para cortar la sequía auricielo, con otro lanzamiento de tres puntos. Sin embargo, Alcaide respondió con el mismo expediente para poner otra vez siete puntos arriba a los viñamarinos.

Un triple de Villagrán puso a cinco al Campanil, y más tarde otro de Ardiman le permitió acorta otro punto, en un momento donde el disparo a larga distancia aparecía como su único recurso ofensivo. Sin embargo, dos dobles seguidos de Carrión -uno de ellos tras un robo- volvieron a distanciar a la U. de Viña del Mar, y la UdeC se mantuvo cerca gracias a otro triple, ahora de Lauler. Finalmente, se fueron al descanso con el local arriba 33-27.

Reacción que no alcanzó

En el reinicio, otra vez la U. de Viña del Mar salió con el acelerador a fondo, metiendo un parcial de 7-0 para estirar su ventaja a 13 puntos. El buen nivel de los dirigidos de Marcelo Gallegos, sumado a los constantes errores del Campanil, marcaban el trámite y que la diferencia fuera cada vez más larga.

A 3:35 del cierre del parcial, un triple de Matías Cárcamo ponía las cosas 47-32, y la garra de Venegas, que convirtió un par de excelentes canastas, intentaban darle algo de aire a la UdeC, que recortó a 11 puntos la distancia de cara al último cuarto (38-49).

Un triple de Ardiman abrió el último parcial, recortando a ocho puntos el marcador. La UdeC se mostraba más intensa en defensa, un factor clave para intentar meterse de lleno en el partido e intentar dar vuelta las cosas.

Sin embargo, los hombres de Musso empezaron a abusar del triple innecesariamente -fallaron tres seguidos-, aunque un doble de Lauler los acercó aún más, y otra conversión de Venegas los dejó a solo cuatro puntos.

Carrión cortó la sequía viñamarina, y en la posesión siguiente Villagrán cometió una falta ofensiva. 51-45 seguía arriba el local con más de seis minutos por jugar.

Ahí, la UdeC sufrió otro golpe con la salida de Lauler por faltas, pero otra vez Venegas anotó para volver a poner a su equipo a cuatro.

Sin embargo, el cuadro local volvió a tomar una ventaja importante en los minutos finales, que terminó siendo irremontable para una UdeC que pagó caro sus errores.