Si bien Concepción es reconocida a nivel nacional por ser la cuna de grandes bandas del rock como Los Tres y Los Bunkers, existe una tradición musical mucho más antigua y amplia más allá de sólo estas dos bandas. Proyectos musicales que algunos se transformaron sólo en una anécdota dentro de nuestra historia musical, y otros que influenciaron a toda una generación, transformándose en verdaderas bandas de culto. Tal es el caso de Holocausto, proyecto musical que nació a principios de los años ochenta acá en Concepción, con una propuesta rockera rupturista para la época, y que tras grabar su primer álbum, quedaron en el olvido.

Esto y más es lo que rescata el destacado periodista Emiliano Aguayo en “Las voces de los 80″ vol 2”, texto lanzado hace unas semanas atrás en la Furia del Libro de Santiago, y en que además del cuarteto penquista aborda otras 15 bandas más, principalmente de regiones, que si bien no siempre lideraron rankings y tampoco consolidaron sus respectivas carreras, fueron parte importante de la consolidación de la escena musical nacional. “El año 2012 saqué el primer volumen de este libro, el cual aborda a los grupos ciertamente famosos, y quedaron en carpeta bandas que igual estuvieron en el movimiento de aquella época, hicieron toda la “pega” que había que hacer, y por mala suerte, falta de contactos o por vivir en provincia, no explotaron en Santiago y eso las hizo desaparecer, de alguna manera, de la historia. Que es lo que ocurrió con Holocausto y las distintas bandas que aborda el libro”, explicó el autor en conversación con Diario Concepción.
A lo que completó que “este libro es sobre los “olvidados” del rock chileno, como que quiero hacerle justicia a lo que hicieron, aportar con mi granito de arena que tras cuarenta años éstas bandas existieron, que tuvieron discos, éxitos radiales algunas, que tocaron en diferentes lugares, a veces llenaron, que salieron en los medios como en revistas de moda como “Súper Rock”, o sea, fueron parte del movimiento, pero en algún momento la historia las olvidó e incluso los mismos historiadores y especialista”.

Al momento de pensar en realizar esta nueva entrega editorial, Holocausto apareció dentro de las primeras bandas en investigar para el autor, ya que tenía en su poder el cassette del álbum homónimo de ellos. Los tenía dentro de su radar, pero más allá de ese detalle, no fueron considerados para el primer volumen, por no haber alcanzado el éxito de otras agrupaciones más fáciles de recordar. “Viví algún tiempo en la zona y también era contar la historia de alguna banda de Concepción importante que no fueran ni Los Tres ni Los Bunkers. Ahí me acordé de ellos inmediatamente al momento de comenzar con el proceso de este libro”, acotó Aguayo.

En lo puntual, y sobre lo que se escribe de Holocausto en “Las voces de los 80″ vol 2”, el periodista detalló que “es de conversaciones con los músicos, no es que cuente la historia de la banda, sino que converso con ellos sobre la historia, por lo que me reuní con la banda en pleno. O sea con Felipe Baesler, Rolando Cabrera, Roberto Martínez y Marcelo Rodríguez. Ellos son un caso especial dentro de la música nacional, ya que son de los pocos antiguos en que están todos sus integrantes originales juntos y reunidos sin problemas. Todos ellos tuvieron una muy buena disposición para poder escribir este libro”.

Éxito truncado

Más allá de ser parte de la “prehistoria del rock nacional”, teniendo su apogeo a mediados de los años ochenta, de haber salido en las portadas de importantes revistas especializadas en música, de tocar en diversos escenarios y de publicar su álbum en el año 1988, el grupo no alcanza un mayor éxito pese a estos, y más logros, en una época compleja y difícil para hacer música. Según Aguayo, el grupo no “explotó” debido a lo tardío de la salida su primer trabajo discográfico. “Quizás porque sacan su álbum casi a finales de los ochenta, cuando el movimiento del pop rock chileno se para en los 90″. La industria musical y también Chile entra en la democracia, y el país se abre llegando más música, como ya no estamos tratando de escuchar sólo música chilena, es más variopinta la oferta. Y ahí, en la entrada de la nueva década, los medios deciden bajarle la cortina al movimiento pop rock chileno, y Holocausto pese a venir desde el 84″ marcando presencia y logros dentro de su carrera, su cassette sale tarde. Debió haber salido el 86″. Ahí hubiese sido mucho más difundido y pasado muchas más cosas a nivel central, o sea, en Santiago”, explicó el autor.

A lo que hizo hincapié en que “su música es buena, sus instrumentos son profesionales –a diferencia de muchas otras bandas–, su conocimiento musical es importante, pero surgen dos problemas que les impidió alcanzar el éxito absoluto: no se vinieron a vivir a Santiago, paso obligado, y además de grabar tarde, distribuyen con RCA, que también el cánon ochentero, de alguna manera, es el EMI. RCA, sello más pequeño que intentó meterse en el movimiento pop rock, pero que no lo logró”.

En la espera que el libro tenga su lanzamiento en nuestra ciudad, “Las voces de los 80″ vol 2” se encuentra disponible a través del sitio web de Ril Editores.

 

“Es como la banda de la prehistoria del rock chileno,los que les prestaban los intrumentos a Emociones Clandestinas y a los Ilegales. Eran como “los viejos” que ayudaban a estos “cabros””.

Emiliano Aguayo, periodista especializado en música y autor de los libros “Carta abierta a Bonvallet”, “Maldito Sudaca, conversaciones con Jorge González (1984-2004)” e “Independencia Cultural, conversaciones con Jorge González (2005-2020)”.