Paloma Zúñiga, recientemente asumida seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en conversación con Diario Concepción, se refirió a su llegada a esta repartición, el cómo vinculará su profesión -arquitecta- con el quehacer artístico cultural de la zona, sus desafíos y más.
Como una semana de instalación, interiorizarse de las necesidades y urgencias, se pueden resumir a grandes rasgos los primeros días de Paloma Zúñiga en la seremía de las Culturas, las Artes y el Patrimonio del Biobío. La ex consejera constitucional 2023 y de profesión arquitecta, en conversación con Diario Concepción se refirió a su llegada a la cartera cultural penquista, desafíos y urgencias en su rol de seremi, el cual comenzó a ejercer el martes pasado.
Impresión de su instalación y su llegada a esta cartera ¿Cómo ha sido?
Mi impresión es que hay un gran profesionalismo dentro de la institución, ha sido una muy grata sorpresa. Me ha entregado mucha confianza en el trabajo, porque veo profesionales muy capacitados en todas las unidades y áreas. Es un servicio que tiene experiencia, hay profesionales muy capacitados y es una de las impresiones más positivas del proceso de estos días.
También estoy agradecida de la reacción de este nombramiento, he recibido muchos comentarios muy positivos, también negativos, son críticas que siempre tendré en mi vida política.
Algunas de esas críticas me imagino son dadas por su profesión de arquitecta, la cual no se vincula directamente con el área de las artes y la cultura. En ese sentido ¿Cómo hará esa conexión entre la arquitectura con la cultura?
Hay un debate interesante que se da dentro del mundo de los arquitectos y arquitectas, que tiene que ver con su rol como artista y oficio. La verdad es que estoy sorprendida con que se desvincule a la arquitectura de la cultura. Entiendo que esta discusión es muy filosófica dentro de la profesión, que es propiamente tal de nicho, pero me sorprendió que la gente lo viera -vea- como algo tan diferente y encasillara tanto la arquitectura en edificios.
Creo que con el tiempo y el trabajo que iremos haciendo en el ministerio, la gente se dará cuenta que hay una sensibilidad detrás de la profesión que va más allá solamente de lo tangible de la arquitectura, sino también que tiene que ver con diversas perspectivas o aristas, es decir, lo que se llama ‘el análisis de estrellas’, que es ver un proyecto desde distintas miradas, ya sea desde lo social, artístico, histórico y más. Un proyecto que puede ser una revista como ‘Mujeres del Biobío’ o un edificio patrimonial histórico.
Esperamos en el camino ir mostrándole a la ciudadanía el trabajo que estamos haciendo. Importante de señalar que dentro de liderar esta seremía también hay mucho de gestión y trabajo colaborativo. Me interesa generar un liderazgo en que los funcionarios brillen en sus espacios de trabajo, porque ha sido muy sorprendente el ver la pasión con la que ellos hablan de su trabajo y quehacer, que va más allá de los gobiernos de turno.
El vincularse con otras carteras igual es algo fundamental dentro de esta repartición
Es algo que estamos trabajando desde ya dentro de esta semana de instalación.Es más, tuvimos nuestro primer encuentro con Bienes Nacionales por un proyecto en específico, en el cual estamos liderando y guarda relación con los Derechos Humanos. Ahí hay hartos desafíos, por lo que pondremos toda nuestra disposición para que salga bien. Y claro, nuestra intención es hacer un trabajo intersectorial y poder involucrar la arquitectura lo más posible en las otras carteras. Queremos empezar ese trabajo en este segundo período de Gobierno.
En el sentido de los desafíos ¿Qué encuentras que es lo más urgente de resolver dentro de la cartera?
Seré honesta y hay mucho trabajo y cada unidad -del ministerio- tiene sus propias urgencias. Además, hay distintas miradas de cómo se debe abordar este trabajo, por lo que no me aventuraré en estos momentos -primera semana de labores- a puntualizar o especificar algo, para mí todo es urgente. Por ejemplo, financiamiento de Cine Lebu es urgente, el proyecto de la revista ‘Mujeres del Biobío’ es urgente, el proyecto de Participación Ciudadana lo mismo. Me interesan los derechos culturales, que es un sello de este Gobierno y cómo logramos nosotros el poder promoverlos, que las personas lo sientan tan importante como otros derechos.
Estamos tratando de plantar la semilla de la cultura en las infancias, para que estos derechos culturales, en el futuro, sean ellos quienes los promocionen. Hay mucho trabajo, todo es urgente y nada está en segundo plano. No quiero priorizar un área sobre otra, todas son importantes.
Ahí en el tema de Lebu, se hace necesario tal vez el asegurar de alguna manera un financiamiento base para su realización año a año y no apelar a la concursabilidad versus otras instancias con menos trayectoria -Festival REC, por ejemplo- que tienen dineros fijos para continuar sin esa problemática.
Ahí veo varios problemas. Primero hay una cultura centralizada, y la cultura centralizada partamos primero por Santiago, todo pasa en la capital y su financiamiento está asegurado. Estamos rompiendo la barrera de la centralización con el Festival de Cine de Lebu, de cierta forma, Lebu rompe la barrera de descentralización y ya eso es un avance. Después claro pasa lo mismo en la Región, todo pasa por Concepción, se invierte mucho en la capital regional, quedando de lado diversos eventos y festivales que ocurren en comunas aledañas. Nuestro interés como ministerio, y que está dentro de nuestros objetivos, es la descentralización. Pondremos nuestros esfuerzos en ello. El tema de la concursabilidad es un problema, pero aún así hay recursos que no son concursables, que están disponibles y que la gente no postula. Por ejemplo, ahora está abierta la postulación para los Puntos de Cultura.