La segunda jornada del espacio sincopado organizado por Vess Producciones, tendrá como protagonista a la experimentada bajista penquista junto a amigos del ambiente jazzístico local. Show que tendrá temas propios y algunos standarts.
El camino de Elisa Durán en la música ha estado marcado por su historia familiar. Con una abuela pianista y arpista, quien también venía de una familia de músicos, significó un referente absoluto e inevitable para terminar ella también empuñando un instrumento. “Ella nos inculcó a todos después el amor por la música. Y luego, a mis 10 años decidí tocar bajo, un poco por esta dinámica familiar en que mi hermano tocaba guitarra, así que había que armar la banda familiar”, comentó la joven de 34 años.
Dentro de esa trayectoria, han sido diversos los escenarios en los que se ha presentado, pero siempre como una integrante más dentro de una banda. Eso hasta ahora, ya que la instrumentista será la protagonista este martes 4 de octubre -19.00 horas en el Aula Magna del Arzobispado de Concepción- de la segunda jornada del ciclo 2022 de Sesiones de Jazz, Vinos & Blues organizado por Vess Producciones.
“Estoy muy contenta por esta invitación, es una instancia importante por toda la historia que tiene este ciclo, en donde han pasado distintas generaciones de músicos del jazz penquista, nacionales e internacionales. Feliz de estar a cargo y al frente del show, igual es raro siendo bajista, ya que uno en general está como detrás y junto al grupo. Liderar un proyecto es distinto, siendo una experiencia súper enriquecedora”, confesó Durán.
Es así que la velada sincopada está cargada hacia los sonidos del funk jazz, con un repertorio que será una mezcla entre lo que ha conocido la instrumentista en su camino y también lo de facturación propia, instancia en general donde será acompañada por los músicos Antonio Novoa (trompeta), Rodrigo Poblete (teclados), Yayo Durán (guitarra) y Jorge Arriagada (batería). “Tengo preparado un show que trata de comunicar mi experiencia musical de estos últimos años. Recoge la onda funk que viví en mi estadía (2015) en California, Estados Unidos, y ahí como que impregné de ese espíritu musical de ese estilo, pero también cosas de autoría propia, lo cual comencé a explorar hace relativamente poco. Arreglos y composiciones colaborativas con diferentes músicos penquista”, dijo la música.
Es interesante de destacar que Durán, fuera de su camino como bajista, tiene un Doctorado en Economía de la Universidad de Berkeley de California, esto derivado de su desarrollo profesional como ingeniera comercial y posterior master en economía ambiental, ambas cursadas en la UdeC. “Dedicarse completamente a la música es difícil, hay que ganarse un sueldo, y no siempre se puede con la música. Más que nada se trata de subsistencia, hay que resolver la vida. He pensado en dejar el bajo, pero no he podido, la música es más fuerte”.
No cabe duda que estos últimos cinco años, la música urbana se ha convertido en todo un fenómeno dentro de la industria musical, dejando relegado a un segundo plano el resto de los estilos o géneros tales como el rock o el jazz. Para la bajista, más allá de criticar esta tendencia, la considera bastante interesante. “Sin el ánimo de querer tocar ese tipo de música, he tratado de seguirlo. Si bien uno puede tener sus prejuicios respecto al estilo del trap y el reguetón, pero creo que tienen una fuerza impresionante, donde igual incorporan elementos del hip hop y el rap. Creo que es importante lo que está pasando en la escena musical en ese sentido, llegando a ser reconocidos internacionalmente y por algo es”, concluyó.