Cultura y Espectáculos

Cambios de aforo han permitido volver a cierta normalidad en el arte local

Las paulatinas modificaciones a las capacidades de audiencia han logrado ganar la confianza del público para asistir a los diferentes espectáculos. Flexibilización, y no relajo, que entrega un panorama auspicioso para quienes dirigen las salas y para los propios artistas, más parecido al que se vivía antes de la pandemia.

Por: Mauricio Maldonado 04 de Septiembre 2022
Fotografía: Andrés Oreña

Casi a mediados de agosto, el Ministerio de Salud actualizó el aforo para eventos masivos en comunas que se encuentran en fase de Medio Impacto Sanitario -caso de Concepción- según el plan Paso a Paso, cambios que comenzaron a regir a poco más de una semana.

Un nuevo criterio para el cálculo de eventos masivos, con aforos proporcionales según la capacidad habitual de cada lugar o espacio donde se desarrolle la actividad artístico cultural y también deportiva. En detalle, salas de hasta 350 personas el aforo es del 100%, mientras que de 350 a 1.000 personas el aforo es 75% (alto riesgo) y 100% (bajo riesgo). Esta subclasificación es acorde a si los asistentes no comen ni beben durante el espectáculo, si permanecen en sus asientos, si el evento dura menos de dos horas y si existe ventilación del espacio entre una función y otra.

“De acuerdo a los recientes cambios en los aforos en recintos que brindan espectáculos culturales, sin duda ha sido favorable, ya que han aumentado considerablemente con respecto a los anteriores. Reabrimos el Teatro UdeC luego de 16 meses de inactividad con una asistencia de 47 butacas en julio del año pasado”, afirmó Mario Cabrera, gerente de Corcudec.

Completando que “otro factor positivo en los nuevos lineamientos, es que en caso de que una comuna retroceda de fase dos semanas antes del día del evento, se permite la asistencia del público, que al momento del anuncio de la entrada en vigencia de la nueva fase, ya contaba con su ticket, aún cuando el número de personas exceda el aforo de la nueva fase. Esto permite de alguna manera proyectarse y respetar las condiciones del momento en que el público compró sus entradas y los acuerdos con las productoras”.

Estas modificaciones también han venido de la mano con nuevas garantías laborales y de accesibilidad para quienes se desempeñan en el rubro. “Algo positivo para los artistas, es que el hecho de que el pase de movilidad no sea obligatorio para trabajar, permite que más, que no cuenten con sus vacunas, puedan desarrollar su arte y presentarse en nuestras dependencias, por ejemplo”, añadió Cabrera.

Palabras que van en la misma dirección de lo planteado por Francisca Peró, directora ejecutiva del Teatro Biobío, quien califica los cambios como muy positivos para la cultura en general y que proyectan con mayor seguridad y esperanza la actividad para los próximos meses. “Las nuevas normativas en torno a los aforos son excelentes para los teatros. Nosotros hemos hecho un trabajo coordinado con las autoridades para presentarles nuestros requerimientos y desafíos que hemos tenido que sortear en tiempos de pandemia , y afortunadamente fuimos escuchados. Diversos espacios, al igual que el nuestro, han insistido en diversas ocasiones en que somos espacios seguros y que no deberíamos tener restricciones distintas al resto de las actividades que se están realizando ya con total normalidad”, expresó.

Hacia la normalización

A lo que añadió que “el aumento de nuestra capacidad ha sido muy positivo, ha generado un impacto que ha hecho que las personas vuelvan con mayor confianza a nuestras salas, y eso se nota en los números de asistentes que tenemos en la actualidad. Por ejemplo, cuando se hizo la primera modificación de aforo en mayo pasado, que permitió aumentar la cantidad de personas en nuestra sala principal -para 1.200 personas-, logramos tener cifras parecidas a las que tuvimos el 2019, lo que se repitió también durante julio”.

A menor escala, pero igual de positivo, ha sido para la Corporación Cultural Artistas del Acero las modificaciones a la capacidad de asistentes y la presencialidad en los espectáculos culturales, lo que ha significado para ellos, principalmente, el poder “darle un mayor uso a nuestra Sala 100. Tuvimos que variar su capacidad al poco tiempo de ser inaugurada, pero ahora al ser una sala pequeña podemos funcionar a máxima capacidad. Y a modo general, en nuestros distintos talleres, la gente ha cumplido la normativa sanitaria sin problema y se ha mantenido el aforo por sala. Nos hemos ido acomodando a los distintos cambios y eso el público, y nuestros usuarios -artistas en general- lo han entendido perfectamente”.

Para Mario Soto, reconocido productor local, precisamente, el cambio en las medidas y normativas sanitarias en torno a eventos artísticos, lo motivaron para poder regresar este 6 de septiembre, en el Aula Magna de Concepción, con el ciclo Noches de Jazz, Vinos & Blues, el cual estaba en pausa desde el 2019. “La última actualización de las condiciones sanitarias y las reglas que flexibilizaban los aforos de los espectáculos, lo que gatilló que volviera con las sesiones de jazz y blues. Necesarias tanto para la cartelera cultural de la ciudad como para los propios músicos, muy afectados por todo lo desencadenado con la pandemia”, señaló.

Etiquetas