El quinteto formado el 2018 define su propuesta musical como algo más bien ecléctica, es decir, que deambula entre el rock, la psicodelia, el postpunk, noise e incluso la electrónica. Un viaje sonoro que ya ha facturado un EP homónimo y el videoclip del single “Surfeando el Edén”.
Fue a comienzos del 2018 que la banda Sombras de Suni arrancó su senda musical en formato trío, “con esta formación alcanzamos a tocar en vivo en algunos lugares un repertorio con versiones de Angelo Badalamenti, Donna Summer y Gary Numan, y algunas improvisaciones bastante pelacables”, cuentan.
Con el pasar del tiempo se consolidaron hacia una propuesta de quinteto y comenzaron a fluir las composiciones propias, que más que enmarcarlas dentro de una género musical en particular, se puede decir que se caracterizan por su eclecticismo, “nos gusta pensar nuestra música como un viaje sonoro, un paseo por estas distintas inquietudes artísticas y creativas, deambulando entre el space, soft y psychedelic rock, el postpunk, el noise, la electrónica”, señalaron.
La banda, muy en esta misma línea y dirección, no encuentra que lo que proponen sobresalga o tenga una característica especial, más que aquello “sí identificamos diferencias con el sonido penquista que se considerada como ‘tradicional’ de la ciudad. Creemos que al ser una propuesta musical que se enmarca dentro de distintos estilos y la composición colectiva de las canciones, donde cada integrante tiene además una relación más personal e histórica con la música más que estudios formales, hace que lo que proponemos tenga una singularidad donde no hay una intención de sonar o encajar como tal o cual estilo”.
En el plano discográfico, el quinteto en enero de este año liberó su primer disco, EP homónimo compuesto por un total de 5 canciones, las que fueron grabadas en Estudios Coscoroba -San Sebastián, Quinta Región- con el músico Felipe Ruz y masterizados por Discos Cetáceos a cargo de Toto Friedlaender.
“Se trata de composiciones de creación colectiva, que surgen en general “jammeando” y a veces también ideas personales que van siendo enriquecidas y conformadas por el resto del equipo de Sombras de Suni”, apuntaron.
A lo que añadieron que “en cuanto a las letras de los temas, estas tienen que ver con acontecimientos personales, incluso como un ejercicio de memoria, una fotografía, un discurso colectivo, un manifiesto, una toma de posición en el mundo, un grito, un mantra. Y también la consciencia o inconsciencia de la deriva musical, por eso a veces tampoco hay letras o generamos una especie de dialecto y así poder decir algunas cosas de otro modo, como en clave”.
Sobre las proyecciones y planes para los próximos meses, la banda es clara en señalar que “nos gustaría seguir tocando, haciendo más música, experimentando con las posibilidades y poder articular cosas con otras bandas, agrupaciones afines o propuestas sonoras con la intención de propiciar también más espacios para la música”.
En relación a esto último, si bien este período pandémico ha sido complejo e incierto para las artes musicales -y para el mundo cultural en general-, el proyecto considera como esperanzador e inspirador el tiempo que se está viviendo en la actualidad, “como que se está viviendo un ambiente musical en renacimiento pospandemia. Estar sin tocar en vivo durante casi dos años ha significado como estar en una etapa de reinicio, ya que hay mucha variedad de música, formatos y por supuesto de sonido en la ciudad, eso es muy bueno, enriquecedor, motivador e inspirador, creativamente hablando”, concluyeron.
Para la banda, compuesta por Eduardo Friedlaender, María José Mendoza, Cristian Pineda, Jesús Seguel y Germán Ramírez, la etiqueta de Concepción como “Cuna del rock” es como un título que le queda grande y holgado a la ciudad, “no quita el hecho que sea una urbe súper musical y que muchas personas se dedican a la música como una extensión de sus quehaceres ‘oficiales’, pero así como dedicarse y vivir de aquello es bien inusual y difícil. Tal vez para personas que no son de Concepción, lo de ‘Cuna del rock’ puede tener algo más de sentido, es como si de afuera la cosa se viera más de ese modo, movida o propicia”, expresaron.