Aunque no hay nada oficial ni modificaciones que indiquen un mayor aforo -producto del pase de movilidad- se hace necesario para el sector artístico poder generar ingresos con la reapertura de los espacios culturales, tal como lo ha hecho el retail en el contexto pandémico.
El recientemente anunciado y puesto en marcha pase de movilidad, que también ha causado diferentes polémicas y una diversidad de opiniones, abriga esperanzas y posibilidades igual para el espectro cultural y artístico de nuestra ciudad.
Si bien no hay nada oficial, y teniendo en cuenta la diversidad de lugares y espacios a los que se pueden acceder con una “mayor libertad” para quienes poseen dicho pase, se puede proyectar igual una apertura a las artes y sus creadores a generar ingresos con eventos presenciales. Sector o área de las más afectadas por la pandemia y que ha tenido una escasa y mínima ayuda por parte del Estado.
“Como seremi del Biobío estoy muy consciente de la necesidad y urgencia de la apertura de los espacios culturales, en este sentido he estado realizando las gestiones posibles con los distintos entes ministeriales, para que puedan revisarse las medidas, y también conversando con el seremi de salud para plantearle esta necesidad. Pero, por supuesto, es la autoridad sanitaria la que debe evaluar, con todos los antecedentes sobre la mesa, la viabilidad de alguna modificación -para que sea posible la apertura de lugares o espacios destinados a la cultura-, poniendo siempre la salud de las personas primero”, afirmó Carolina Tapia, seremi de las Culturas.
Precisamente, para Francisca Peró, directora ejecutiva del Teatro Biobío, aunque ya se cuenta con el pase de movilidad, este debe anunciar medidas concretas en el plan Paso a Paso, es decir, que se modifiquen los aforos permitidos y así que sea rentable el poder volver abrir, beneficioso tanto para ellos como espacio cultural y también para los artistas. “Las autoridades dan muchas señales de apertura en prácticamente todas las industrias o sectores, pero las artes vivas o escénicas, por lo menos los teatros, por las definiciones del Paso a Paso, estamos muy restringidos. Y eso hasta donde sé no ha sido modificado por este pase de movilidad. El aforo que permite la fase 3, que cuando recién podemos abrir a público -a diferencia de las galerías de arte y museo que pueden abrir en fase 2, aunque con 10 personas-, es sólo de 75 personas, y en la fase 4 con 150. Ese nivel de venta de entradas no sirve”, apuntó.
Palabras a las que hizo hincapié en que “si bien como Teatro Biobío ponemos la salud como número uno, los teatros igual son espacios seguros. Es lo mismo que ir a un supermercado con tu mascarilla puesta, viendo una función alejado a un metro de la persona más próxima, y poder abrir con un aforo que se relacione con la cantidad de metros cuadrados que posee tu espacio. Necesitamos esto como lo hacen en todas las demás industrias, si vas a cualquier tienda grande en el mall, pueden haber 300 personas, y en una tienda más pequeña pueden haber 4. Por qué tienen esa delicadeza, en cuanto a protocolos, para con las artes escénicas. No se entiende. Este pase de movilidad debiera ir de la mano con poder ir a actividades de índole cultural. Nosotros pondremos todas las medidas necesarias, que existen hasta el momento, para evitar cualquier tipo de contagio”.
Para Daniel Gómez, gestor cultural y dueño de la Bodeguita de Nicanor, si bien es una excelente noticia para el rubro de la entretención y espectáculos el pase de movilidad, quizás fue un poco precipitado el anunciarlo tan pronto, “faltaba tan poco para que los contagios bajaran más y que siguiera aumentando la gente interesada en vacunarse. Creo que fue precipitado el anuncio, nos daba esperanza el poder volver como local bohemio , teniendo controlado el aforo con personas con sus dos dosis e inmunidad completa, pero ha ocurrido un relajo en las personas retrocediendo todo”, señaló.
A lo que añadió que “ideal hubiese sido este pase entre agosto y septiembre, necesitamos reactivar el rubro y esta medida se mira con buenos ojos, aunque sigo sosteniendo que se apuraron mucho y siento que seguirá retrasando todo, lamentablemente, en perjuicio de las personas relacionadas con el mundo de las artes”.
Haciendo eco de esa necesidad por parte de la comunidad artística local, Rodrigo Piracés, director de Pinacoteca y Extensión UdeC, y también escultor, señaló que “se hace necesaria la movilidad en espacios culturales, no se condice que las tiendas del retail tengan un aforo permitido, por ejemplo, del Mall Plaza del Trébol para 2.500 personas mientras que nuestra Pinacoteca sólo admite a 10. EL Museo Nacional de Bellas Artes permite un aforo de 25 personas en comparación a la tremenda infraestructura que tiene. Tenemos la sensación que hay algo mal pensado en ese sentido. Se hace evidente la generación de ingresos para los artistas, todas las personas de las artes escénicas y plásticas, tienen cero posibilidades de generar recursos, ya que no hay espacios donde puedan mostrar y ejercer su profesión”.
