La Región del Biobío dio un paso decisivo hacia una nueva generación de vivienda social sustentable con la realización del Seminario de Cierre del Proyecto Bienes Públicos “Diseño para la Manufactura y el Montaje (DMM)”, iniciativa financiada por el Comité Corfo Biobío, y ejecutada por la Universidad de Concepción. El proyecto presentó resultados concretos para enfrentar el déficit habitacional mediante soluciones en madera fabricadas fuera de sitio, fortaleciendo el desarrollo productivo regional y la adopción de Métodos Modernos de Construcción Sostenible.

El seminario permitió visibilizar una metodología constructiva basada en sistemas panelizados que prioriza el control de calidad en fábrica, la reducción de residuos y un alto desempeño higrotérmico, en línea con la nueva Reglamentación Térmica 2025 y las metas nacionales de carbono neutralidad. Frente a métodos tradicionales más lentos y con mayores pérdidas materiales, el enfoque DMM se consolida como una alternativa viable y replicable, especialmente pensada para que las pymes regionales puedan incorporarse a procesos de construcción industrializada sin requerir grandes inversiones en infraestructura. 

Valentina Torres, académica del la Faug y directora del proyecto destacó “obtuvimos mediciones precisas de hermeticidad, control de humedad y transferencia térmica, además de una reducción significativa de residuos. Esta evidencia técnica no es un ejercicio teórico; es la base que habilita la adopción de este modelo en futuros proyectos habitacionales del MINVU”.  Esto habilita viviendas más saludables, con menor demanda energética y con estándares que se alinean a los desafíos climáticos y normativos del país” 

Uno de los hitos centrales presentados fue el Prototipo de Vivienda Social del Futuro, desarrollado a escala real como parte de este Bien Público, y construido junto a la empresa coejecutora IDV. Esta experiencia permitió validar en condiciones reales aspectos críticos como hermeticidad, control de condensación, resolución de puentes térmicos y disminución de residuos, generando evidencia técnica aplicable a futuros programas habitacionales del MINVU y reduciendo brechas de información para la toma de decisiones públicas y privadas.

Juan Carlos Ortigoza, gerente de la empresa IDV destacó “uno de los principales aprendizajes de este proyecto fue comprobar que es posible desarrollar un panel completamente cerrado y una vivienda de alto estándar técnico con una planta que no cuenta con tecnologías avanzadas, sino con procesos bien estandarizados y procedimientos claros. Gracias a los manuales y al trabajo realizado, logramos una solución que no solo cumple, sino que supera la actual reglamentación. Si bien enfrentamos desafíos propios de una primera experiencia —como el montaje con grúa—, estos se transformaron en aprendizajes clave que seguiremos aplicando para innovar y ofrecer mejores productos a nuestros clientes.” 

Roberta Lama Bedwell, directora del Comité Corfo Biobío dijo, “Hoy se confirma que las hipótesis planteadas por este bien público se concretaron: generar información técnica relevante para la toma de decisiones en construcción sostenible y demostrar que las pymes pueden integrarse de manera efectiva a la solución del déficit habitacional. Se validó que, con equipamiento y procesos adecuados, es posible cumplir exigencias de alto estándar, avanzar hacia viviendas neto cero y formar capital humano capaz de ejecutar correctamente el sistema en plazos breves, consolidando un modelo replicable y competitivo.

Este proyecto evidenció que constructoras, inmobiliarias, academia, sector público y empresas pueden articularse en torno a un modelo de negocio viable, generando aprendizajes clave y nuevas oportunidades de mejora. Aunque persisten desafíos, hoy existe información descargable y utilizable por las pymes para postular a subsidios y avanzar en la implementación de estas soluciones, demostrando que los instrumentos disponibles permiten materializar viviendas sociales sostenibles con base técnica validada.

En la misma línea, Frane Zilic, gerente del Programa Estratégico Regional Biobío Madera, destacó que este tipo de iniciativas permiten articular el trabajo de la academia con el sector productivo para responder a desafíos estructurales del país, como la vivienda social y su alineación con la meta de carbono neutralidad al año 2050.

“Estos ejercicios aplicados permiten desarrollar nuevas tecnologías y metodologías, así como incorporar conocimiento proveniente del extranjero —en este caso desde España y Alemania— para transferirlo a la industria y generar capacidades locales”, sostuvo.

Zilic añadió que estos avances se inscriben en una línea de trabajo de bienes públicos impulsada por Corfo, que articula iniciativas como el proyecto desarrollado por INFOR para dimensionar de manera estructural el desafío de la construcción en madera y proyectar un plan integrado de capacidades productivas y de capital humano, junto con el trabajo que desarrolla la Plataforma Bloqus USS, orientado a acelerar la adopción de soluciones constructivas más sostenibles y eficientes.

La jornada también incluyó exposiciones de especialistas nacionales e internacionales, quienes abordaron los aprendizajes técnicos del proyecto y los desafíos para su implementación a escala, tales como adecuaciones normativas, capacidades productivas regionales, inversión, formación de capital humano y disponibilidad de soluciones industrializadas en madera. Este espacio de diálogo reforzó el carácter de Bien Público del proyecto, orientado a transferir conocimiento estratégico al ecosistema de la construcción y a la industria maderera regional.

En este contexto, el Proyecto DMM se inscribe directamente en la estrategia del Programa Estratégico Regional Biobío Madera, que promueve los Métodos Modernos de Construcción Sostenible como una palanca de transformación productiva, con foco en que las pymes del Biobío sean protagonistas del desarrollo de soluciones habitacionales más eficientes, sustentables y con alto valor agregado. Con este seminario de cierre, la iniciativa no solo presentó resultados técnicos, sino que dejó instalada una visión compartida de largo plazo, posicionando al Biobío como un referente nacional en construcción en madera, manufactura eficiente y desarrollo territorial sostenible.