La reconstrucción del Mercado de Talcahuano dio un paso decisivo. La Contraloría General de la República (CGR) tomó razón de la resolución que aprueba el financiamiento central del proyecto, dejando totalmente tramitados los recursos y habilitando al municipio para iniciar el proceso de licitación en los próximos días. Se trata del avance administrativo más relevante en más de una década de gestiones fallidas, marcado por la falta de fondos y una larga sucesión de intentos inconclusos.

Con una inversión total de $16.120 millones —aportados en un 40% por la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) y en un 60 % por el Gobierno Regional del Biobío—, el proyecto permitirá reponer uno de los espacios más emblemáticos del puerto, destruido tras el terremoto y tsunami de 2010. Su reconstrucción ha sido considerada una deuda histórica con los locatarios y un punto crítico para la revitalización del casco central de la comuna.

Desde el Gobierno Central, la subsecretaria de Desarrollo Regional, Francisca Perales, destacó que la toma de razón “da por totalmente tramitada la resolución” que asegura los $6.448 millones comprometidos por la Subdere. Señaló que con este hito se concreta el compromiso asumido con el municipio, el Gore y los propios locatarios, enfatizando que el mercado es clave para “el desarrollo económico y la identidad de Talcahuano”. La autoridad agregó que esperan un proceso de licitación expedito para iniciar las obras lo antes posible.

El delegado presidencial regional, Eduardo Pacheco, reforzó esa lectura al afirmar que la aprobación de la CGR constituye “una gran noticia” para la comunidad y para quienes llevan más de una década esperando la reposición del recinto. Subrayó que el recinto comercial es un ícono urbano y económico para el puerto, y que el avance coordinado entre Subdere, el Gobierno Regional y el municipio permitirá “ver los primeros trabajos en los próximos meses”, asentando un proceso postergado desde el 27F.

Desde el ámbito local, el alcalde de la comuna-puerto, Eduardo Saavedra, calificó el momento como “muy esperado” por la ciudad y aseguró que el municipio ya se encuentra afinando los últimos detalles para publicar la licitación. Indicó que, tras resolver el histórico problema de financiamiento, la prioridad es avanzar hacia una obra que permita recuperar un entorno seguro y un barrio comercial actualizado a las necesidades de la comuna.

Con el financiamiento totalmente tramitado y la licitación en fase previa, el proyecto entra por primera vez en un escenario concreto de ejecución. En paralelo, la casa edil se encuentra afinando los lineamientos técnicos de la licitación, que abarcan la distribución de los 145 locales y los criterios constructivos del nuevo edificio, incluido su segundo nivel abierto hacia el mar.

Preparativos de la licitación

En contacto con la Municipalidad de Talcahuano, desde esta confirmaron que el llamado al consignado concurso público de adjudicación se realizará “en las próximas semanas”, precisando que los equipos técnicos —incluida la Secretaría Comunal de Planificación— están ultimando los detalles para la publicación de las bases.

La casa edilicia adelantó además que el proyecto contempla una arquitectura contemporánea que rescata elementos del imaginario histórico del edificio original. La estructura se distribuirá en tres niveles: un primer piso dedicado a los locales tradicionales, un segundo nivel para la administración y nuevos espacios arrendables, y un tercer piso —producto de una ampliación— que albergará cocinerías y marisquerías.

El diseño considera equipamientos específicos como escaleras mecánicas, ascensor, criterios de eficiencia energética y la intervención total de 6.372,67 metros cuadrados. Según indicaron, si la licitación avanza sin contratiempos, existen oferentes y se adjudica dentro de los plazos previstos, las obras podrían comenzar durante 2026, permitiendo recuperar uno de los recintos más significativos del puerto, tanto por su actividad comercial como por su valor simbólico.

Asimismo, desde el Gobierno Regional (Gore) destacaron el avance que representa la toma de razón, señalando que las gestiones realizadas en los últimos meses permitieron destrabar un proyecto que, según afirmaron, “contaba con un convenio firmado por la administración anterior, pero sin presupuesto asignado”.

Respecto del rol que asumirá el organismo en esta nueva etapa, precisaron que actúa exclusivamente como unidad financiera, por lo que “todo lo relacionado con licitación, contratación, inspección técnica y recepción de las obras corresponde al Municipio”. No obstante, señalaron que sí realizarán labores de “supervisión y fiscalización para asegurar el correcto uso de los recursos asignados”, dado que se trata de una de las iniciativas urbanas más relevantes del puerto.

“Si durante su ejecución surgiera alguna situación que afecte los costos o montos comprometidos, deberá ser sometida a un proceso de reevaluación normal, a cargo del Ministerio de Desarrollo Social”, concluyeron, enfatizando que ese es el camino institucional previsto para proyectos financiados con recursos FNDR.