Siete meses se cumplen desde que la Municipalidad de Penco puso en marcha el Programa de Limpieza y Hermoseamiento Urbano, que incluyó ordenanzas con multas de 1 a 5 UTM ($69 mil 265 a $346 mil 325) por hacer grafitis en las calles o botar basura fuera de los lugares establecidos.

Sobre el rayado de paredes y otras plataformas y para recuperar espacios públicos que ya han sido vandalizados, el municipio realizó una inversión de $40 millones. El plan consiste en pintar los muros dibujados, de manera ilegal, con una pintura que denominaron como “anti-grafiti” la cual fue aplicada por cuadrillas enviadas por la administración municipal.

Adicionalmente, se están realizando fiscalizaciones para que se cumplan los mandatos, a través de la televigilancia, equipos de seguridad y las denuncias de los vecinos y vecinas. Hasta la fecha solo se ha cursado una multa, luego de que un hombre fuese captado rayando las murallas de una cancha de fútbol, y donde personal municipal cursó la infracción equivalente a 5 UTM.

Según el alcalde de la comuna, Rodrigo Vera: “La pintura es una mezcla de cemento, cola fría y agua, que se limpia fácil, es rápido y barato, por lo tanto, si alguien raya un muro, en un par de minutos se pinta de nuevo”.

La meta es alcanzar los 10 mil metros cuadrados pintados para fin de año, de los cuales, en dos semanas, ya se han logrado 5 mil. Además, buscan pintar la infraestructura urbana con el color que identifica a Penco: bermellón, con el fin de generar una armonía de color.

Por otra parte, el proyecto también busca hermosear la ciudad, creando murales artísticos en los espacios que ya han sido recuperados.

El alcalde comentó que ya se está trabajando con artistas de Penco, para que envíen sus propuestas y llegar a un acuerdo respecto al diseño. “La idea es que los muros muestren el arte, la playa, nuestra riqueza cultural y nuestra historia. Ellos ponen la mano de obra y nosotros buscamos la forma administrativa de complementarlo con materiales”, añadió Vera.

Dentro del marco de embellecimiento de la comuna, Javier Mardones, un pintor de murales, está a cargo del diseño, luego de varias propuestas, hasta ahora, se ha concretado pintar el Plato Willow, diseñado por Roberto Benavente en los años 60 y fabricado por la Fábrica Nacional de Loza de Penco (Fanaloza), el que se convirtió en todo un ícono local y nacional.

Mardones, de descendencia “locera”, considera que es una gran idea: “La tendencia artística diseñada por Roberto Benavente es un verdadero emblema. Cuando el alcalde me propuso realizar el plato en sus cuatro colores originales, verde, azul, rojo y terracota, me gustó la idea porque la mayoría de las personas en Penco tienen pasado locero.”