Familiares, profesores y apoderados se manifestaron este jueves en el centro de Concepción exigiendo justicia por Benjamín, el niño diagnosticado con TEA cuyo padrastro confesó participación en su muerte.
La comunidad educativa busca la creación de una mesa de trabajo intersectorial que permita abordar de forma urgente y efectiva la protección de niños, niñas y adolescentes que sufren de autismo, y prevenir que casos como este vuelvan a ocurrir.
El Juzgado de Garantía de Talcahuano decretó la prisión preventiva de Luis Adán Jarpa Ramírez, de 22 años, imputado por el homicidio calificado de su hijastro de 10 años con diagnóstico de trastorno del espectro autista (TEA) severo. El crimen ocurrió el martes en la población Santa Marta, y según la Fiscalía, el menor fue brutalmente golpeado y asfixiado por el imputado.
De acuerdo con el informe preliminar del Servicio Médico Legal (SML), la causa de muerte del menor fue asfixia por compresión cervical, además de presentar fracturas costales y lesiones en órganos internos, así como signos de golpes anteriores, lo que agravó la imputación en su contra. El tribunal determinó que Jarpa representa un peligro para la sociedad y fijó un plazo de tres meses para la investigación.
Sin embargo, Jarpa, a un día de haber sido ingresado a su prisión preventiva apareció muerto en su celda en la cárcel de Concepción. Según confirmó la PDI, “el imputado habría muerto como consecuencia de un acto propio; es decir, se suicidó”.
Ahora, a un poco más de un mes del fallecimiento de Benjamín, TVU pudo conversar en profundidad, en medio de la manifestación en Tribunales de Justicia de Concepción, sobre las solicitudes que existen en torno a este tema. Revisa la entrevista en el siguiente vídeo.