Las algas son alimentos con un alto valor nutricional: poseen proteínas, lípidos, fibra, vitaminas, minerales y compuestos bioactivos.
En Chile, el cochayuyo es un alimento natural saludable, que tiene una tradición que se remonta a los pueblos costeros precolombinos. Esta alga tiene un gran contenido de fibra soluble que es capaz de ayudar a mantener el peso y controlar la saciedad, además de disminuir los niveles de colesterol y manejar la glucosa en la sangre debido a sus compuestos.
Marcelo Villagrán, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), indicó que: “El cochayuyo tiene una familia de compuestos bioactivos que actúan en bajas concentraciones y que modulan diversos procesos fisiológicos. Estos compuestos se denominan florotaninos, se caracterizan por proteger el organismo contra el daño oxidativo y se presentan casi exclusivamente en la familia de algas pardas, a la que pertenece el cochayuyo”.
Esta alga llama la atención ya que, gracias a sus propiedades, puede prevenir enfermedades cardiovasculares. “Es una buena fuente de minerales y ácidos grasos poliinsaturados”, señaló el dr. Villagrán.
A pesar de que aún hay pocos estudios sobre el impacto del consumo de cochayuyo en la salud, existe evidencia sobre el consumo de algas de costas asiáticas que presentan características similares, que revelaron una disminución en el riesgo de enfermedad cardíaca isquémica y de accidentes cerebrovasculares tras su consumo.
“La evidencia científica demuestra que el consumo anual per cápita de Japón es de 4.0 kg, mientras que en Chile es de 0.2 kg. La población japonesa consume más algas y por ello, padece menor riesgo de mortalidad por infartos cerebrales, menor mortalidad por enfermedad cardiaca isquémica, reducción de riesgo de enfermedad coronaria y accidentes cerebrovasculares”, aseveró el académico.
Si bien, el cochayuyo no es un alimento muy consumido por la población chilena, debido a su sabor marino, expertos indican que es necesario incentivar su consumo, ya que es altamente saludable.
“Es importante su difusión, sobre todo, entre estudiantes del área de la salud, quienes reciben información actualizada gracias a académicos que se dedican a investigar este tipo de alimentos (…) es importante preservar su consumo desde el punto de vista del patrimonio gastronómico local”, sentenció Marcelo Villagrán.