A través el traspaso gratuito desde Bienes Nacionales, y también mediante la compra a privados, se busca hacer crecer la disponibilidad de espacios para enfrentar el déficit habitacional en la Región.
Son 19 mil 896 soluciones habitacionales las que el gobierno definió como meta para ser entregadas en la Región antes del 11 de marzo de 2026, cuando finalice la actual administración.
Esta meta se encuentra en lo que la autoridad definió como “Emergencia Habitacional” y que para ser enfrentada cuenta con un plan.
Y como es de suponer parte de esto consiste en construir casas y departamentos que permitan a familias que hoy no cuentan viviendas propias, acceder a ellas.
Para lograr lo anterior, entonces, se requieren terrenos donde edificar esos conjuntos habitacionales y es aquí donde el ministerio de Vivienda y Urbanismo, a través del Serviu, está utilizando como herramienta para aumentar la disponibilidad de esos terrenos, la compra de suelos, permitiéndole tener un stock para la ejecución de proyectos habitacionales de carácter social, como lo explicó, María Luz Gajardo, directora regional del Serviu.
“La Ley 21.450, de mayo de 2022, donde se crea el Plan de Emergencia Habitacional, establece éste como uno de los ejes estratégicos: el poder robustecer el banco de suelos públicos. ¿Para qué? Para reducir el déficit (habitacional) por un lado, para tener suelos bien ubicados para la construcción de viviendas para los sectores más vulnerables y, a la vez, para facilitar otro de los énfasis del Plan que tiene que ver con que las familia se establezcan en sus entornos, en sus barrios y podamos de alguna manera incidir como ministerio y como estado en la planificación urbana y detener el proceso de segregación social que se produce por el alto valor de la suelos”, sostuvo la autoridad.
Y es que por obvio que parezca el hecho que el estado cuente con un amplio stock de suelos que le permita desarrollar proyectos habitacionales, no siempre fue visto como una necesidad.
Y ese es uno de los cambios que destacó Gajardo se ha generado, porque hasta no hace mucho, la política más bien era deshacerse de parte del patrimonio con el que el servicio contaba -es decir, inmuebles y terrenos- como forma de generar recursos.
“Los Servicios de Vivienda y Urbanización (Serviu) tienen la característica de tener patrimonio propio. Sin embargo, durante muchos años parte de las metas de trabajo del servicio apuntaban a vender inmuebles para efectos de poder tener una cierta cantidad de recursos que estaban establecidos. Es decir, nosotros entregábamos patrimonio para reunir una cantidad de dinero que era parte de nuestras metas de trabajo”.
“Hoy día en cambio, lo que hacemos es administrar y tratar de dejar establecido un banco de suelos pensando en una política pública que llega para quedarse. En el fondo, para poder cambiar o poder avanzar hacia la necesidad de que el estado tenga un rol más que preponderante en la política pública de construcción de vivienda, sobre todo para la familia más vulnerables”, aseveró la directora regional.
Así entre el año 2022 y el 2023 se han adquirido 7 terrenos para ser destinados a la construcción de soluciones habitacionales. En el detalle el año antepasado se adquirió un terreno en Talcahuano, uno en San Pedro de La Paz y uno en Concepción, totalizando 6,6 hectáreas con una inversión de 8 mil 428 millones de pesos.
Mientras que en 2023 fueron cuatro los terrenos comprados: uno en Los Ángeles, otro en Hualpén, un tercero en Chiguayante y el cuarto en Talcahuano, sumando 2,9 hectáreas en los que se invirtieron otros 8 mil 705 millones de pesos.
En tanto, para este 2024 la propuesta del Serviu es adquirir otros 3 terrenos en Talcahuano, Penco y Tomé que sumarán otras 22 hectáreas donde se pretenden levantar 1.800 soluciones habitacionales. Para esto se requiere invertir 6 mil 228 millones de pesos.
Ahora, no es ningún misterio que parte del déficit habitacional existente se explica en el alto precio que tiene en la actualidad el valor del suelo. De hecho, no han sido pocos los casos donde la especulación ante la posibilidad que el Estado o particulares pueda interesarse en comprar un “paño” en algún sector, simplemente termina elevando “hasta las nubes” el valor de él. Por ello, María Luz Gajardo agregó que cuentan con un sistema que permite revisar y comparar los precios que se ofrecen, permitiendo realizar un avalúo que refleje la realidad del costo de una determinada superficie.
“Tenemos un mecanismo de tasación propio. Hacemos una tasación aparte de la tasación fiscal, hacemos una tasación que hace un comparativo con suelos del mismo sector, donde realizamos estudios previos respecto a la calidad del suelo que estamos comprando, o sea, no compramos a precios que no estén debidamente justificados”.
“En el fondo, hay una serie de antecedentes técnicos y económicos que nos llevan a un valor determinado y a veces en ciertas circunstancias también requerimos de un informe de peritos de una tasación externa cuando no vemos necesario llegar aún más antecedente, eso se hace mediante una transcripción externa”, explicó la representante del Serviu.
Otra de las fórmulas para aumentar este banco de suelos ha sido el traspaso desde Bienes Nacionales, que ha cedido de manera gratuita terrenos bajo su administración para destinarlos a la construcción de viviendas.
De hecho, el año pasado se inició el proceso de transferencia de 3 terrenos, uno por cada capital provincial (Los Ángeles, Concepción y Lebu) equivalentes a 2,5 hectáreas.
Además, la representante del Serviu aseguró que la mesa interministerial surgida, precisamente como parte del Plan de Emergencias Habitacional, para identificar terrenos que estén en manos de otros ministerios y servicios públicos y que puedan ser destinados para la construcción de viviendas sociales, sigue funcionando.
En este sentido, María Luz Gajardo, expresó que efectivamente lo que se busca es abordar desde distintos ángulos el déficit habitacional que existe ampliando las opciones para que el estado pueda satisfacer con la necesidad de más de 600 mil familias a nivel nacional de contar con un mecanismo que les permita acceder a un techo propio, superando de paso, los problemas que se puedan generar al crear nuevas fórmulas para enfrentar esta falta de viviendas, enfatizó.
“El tema del déficit habitacional, de que las personas tengan una vivienda digna y adecuada para desarrollar su vida y la de su familia para nosotros un tema del trabajo día a día y no descartamos ninguna alternativa y, de hecho, hemos ido incorporando alternativas que no estaban presentes en la política habitacional como el arriendo a precio justo, como tener un banco de suelos pensando no sólo en lo que estamos haciendo hoy, si no en qué estaremos haciendo como estado en 5 o en 10 años más”.
“Hay que avanzar y así como hoy día hemos visto las necesidades de esta innovaciones, no hay ningún problema en reflexionar en cómo el estado va haciéndose cargo del problema e introduciendo innovaciones en las políticas públicas, que no son fáciles instalar porque significan un cambio de miradas sobre el trabajo que venimos haciendo durante tanto tiempo”, finalizó la directora regional del Serviu.