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La incertidumbre en los barrios acereros por cierre de Huachipato: “Es un golpe duro”

El anuncio del cese de operaciones de la empresa ha provocado preocupación entre las emblemáticas comunidades, y es que la planta siderúrgica despierta un fuerte arraigo y pertenencia entre sus vecinos.

Por: Diario Concepción 26 de Marzo 2024
Fotografía: Raphael Sierra

Por Marcelo Vega Montenegro 

Tras el anuncio del cese de operaciones de Huachipato, decidido por su directorio tras acusar de competencia desleal en los mercados del acero y rechazar las medidas de salvaguardia presentadas por la Comisión Antidistorsiones, en el plano regional, se han suscitado diversas reacciones y manifestaciones de apoyo. Entre ellas, se encuentra la icónica localidad de Las Higueras en Talcahuano.

El mencionado sector fue originalmente formado por trabajadores de Huachipato, institución que nunca ha dejado de mantener una influencia en las políticas de edificación y ha sido el principal gestor económico de la zona. Por lo que, de manera esperable, la noticia del cese de operaciones ha causado gran malestar entre sus vecinos.

María Bernardita Herrera, presidenta de la junta de vecinos Villa Las Araucarias – Huachicoop, aseguró que “hemos recibido un golpe muy duro, todavía tenemos personas trabajando, gente con familia, con niños o hijos que todavía estudian en la universidad. Familiares y amigos con enfermedades terminales. Problemas que a la larga se suman. Ha sido un momento muy doloroso, enterarse de un momento a otro”.

“Estamos rodeados de trabajadores y ex trabajadores de Huachipato han sido despedidos anteriormente. Estamos volviendo a revivir esos periodos de despidos que tuvimos tiempo atrás, eso fue muy doloroso en ese momento y ahora se viene aún más”, agregó.

Para Herrera la comunidad se encuentra en un duelo solemne, esperanzados de que se generen medidas efectivas para evitar la pérdida de miles de empleos. “Esperamos una solución positiva para todos. Así cómo peligran los trabajadores de planta, también lo hace gran parte de la economía que depende del funcionamiento de la planta”, afirmó.

Acercamientos entre comunidades y dirigentes

Según la líder vecinal, no ha existido una comunicación fluida entre los dirigentes sindicales y las localidades nacidas a partir de Huachipato. “Ha existido una mala comunicación entre dirigentes y comunidad, el presidente del sindicato vive a media cuadra de nuestra junta de vecinos. Pese a ello, existen pocos acercamientos”, señaló.

De acuerdo con Herrera, muchos trabajadores se enteraron de la noticia del cese de operaciones al momento de iniciar su turno en la siderurgia. “Se enteraron por redes sociales prácticamente. Eso es lo que más molesta y duele. La labor de los dirigentes era avisar a los trabajadores desde antes lo que estaba sucediendo con la empresa”, manifestó.

Símbolo de identidad comunal

La siderúrgica se consolidó como un verdadero símbolo identitario para miles de habitantes de Talcahuano a lo largo de la historia, generando empleo y viviendas para muchos de sus trabajadores. “Huachipato lo es todo para la comunidad. Yo recuerdo cuando mi esposo trabajó allí, uno de los beneficios era la entrega de una casa”, detalló Herrera.

Según cuenta la presidenta de la junta de vecinos, en ese entonces, la compañía entregaba becas para estudiantes, regalos navideños y eventos comunitarios de gran envergadura. “Todas estas tradiciones se van perdiendo y exclusivamente por la parte monetaria”, narró.

Esos sentimientos también son esgrimidos por Adrián Hernández, ex trabajador de Huachipato y miembro de la comunidad de Huachicoop. “Yo soy un huachipatino de toda la vida, como también mi padre y mi hermano. Es una compañía que ha dado tanto a muchas familias, convirtió Talcahuano en una ciudad distinta a cualquier otra de Chile”, aseveró.

Entre sus recuerdos también se encuentran las antiguas celebraciones de navidad en el antiguo Estadio Las Higueras. “Se llenaba el estadio de puros niños de todos las edades, se entregaban regalos y se lanzaban fuegos artificiales. Eso es lo que me queda de esos años cuando era pequeño. El compartir en familia”, dijo.

Por su parte, María Constanza, hija y nieta de trabajadores de Huachipato, contó que prácticamente desde su nacimiento ha escuchado el nombre de la empresa. “Mi familia siempre ha estado vinculada a la compañía, nos dio el sustento como familia, tuvimos casa por ellos y nos pudimos desarrollar como profesionales”, aseguró.

Pese a los esfuerzos y esperanzas depositadas, el destino de la emblemática siderúrgica continúa siendo incierto. En algunos rincones de los barrios acereros puede notarse cierta muestra de tristeza, pero también de agradecimiento por todo lo que la institución les ha dado.

“Estoy muy agradecida, con mi marido formamos un hogar en base al trabajo y a las oportunidades que nos dieron. Gracias a ellos tenemos nuestra casa y criamos a nuestros hijos. Huachipato significa mucho para nosotros y ahora resulta que se viene un cierre. Es terrible, que quiere que le diga”, afirmó Ana María Higuera, vecina de Huachicoop.

Para Miguel Garcés, quien trabajó para la compañía durante 34 años, el cese de operaciones no resultará en un escenario tan apocalíptico para la ciudad pero sí tendrá consecuencias muy negativas. “Nos vamos a quedar más solos y aumentará la pobreza y la delincuencia en este sector. Van a acabar con muchos puestos de trabajo, pero eso las autoridades centrales no lo ven”, comentó.

Por su parte, Adrián Hernández considera que es probable que Talcahuano termine como otras ciudades industriales chilenas quedadas en el olvido, tales como las salitreras o la industria del carbón, pero que la identidad acerera no terminaría y que esta se haría incluso se haría más fuerte. “La gente se está uniendo a lo que otros están dejando de lado. Tener el azul y el negro en los interiores. Ser un huachipatino de corazón”, manifestó entusiastamente.

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