La Región cuenta con 6 comunas donde se registró el fenómeno. Esto significó un alza de un 115%, en base a una investigación del Movilh.
Rodrigo Figueroa Cifuentes
En un 115% han aumentado las denuncias por casos de homofobia y transfobia en la Región del Biobío, según los datos obtenidos por el XXII Informe Anual de DDHH de la Diversidad Sexual y de Género del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
El resultado trata de la comparación entre 2022 y 2023, donde la Región pasó de 18 a 40 casos.
Las comunas que registraron en estos dos años fueron Concepción, Coronel, San Pedro de la Paz, Talcahuano, Tomé y Los Ángeles, siendo esta última la unidad demográfica con el alza más importante a nivel local.
Es que si en 2022 la capital provincial de Biobío tuvo 1 denuncia, en 2023 estas fueron 13 (1.300%).
Le sigue Concepción con un incremento de 11 a 17, y Talcahuano de 5 a 7 en el tramo de 24 meses.
La lista cierra con Coronel (1 a 1), San Pedro de la Paz (de 0 a 1), y Tomé (0 a 1).
A nivel país, se logró recopilar un total de 1.597 situaciones de ese tipo. En este global el aumento de las denuncias llegó a 52,6%, siendo en la Región del Biobío un 6,2% de los abusos registrados por las víctimas de forma física, generando preocupación en organizaciones como el Movilh y ciudadanos quienes han pronunciado una postura ante estas situaciones.
Números que preocupan en comparación a años anteriores, dónde si bien existía la acusación de estos actos; ocurrían en menor cantidad o de forma no tan usual, catalogando al año 2023 como uno de los más violentos para la comunidad LGBTIQ+ en Chile.
El estudio recopiló desde casos de asesinato a agresiones físicas y verbales, abusos laborales, etc.
También se constataron 266 exclusiones institucionales; 62 casos de marginación en espacios públicos; 126 agresiones comunitarias y 933 declaraciones de odio con al menos 2 discriminaciones en medios de comunicación.
El estudio destaca que dichos actos de violencia fueron ejercidos por un total de 795 personas y 61 instituciones, quienes vulneraron física o verbalmente a los afectados que denunciaron.
“Cuando vemos el detalle de las denuncias, nos damos cuenta que la mayoría de estas ocurren en la ciudad de Concepción. Concepción es una ciudad con alto número de estudiantes de educación superior y población joven, quienes tienen mayor información respecto a diversidades y disidencias sexogenéricas y que están también más sensibilizados respecto al fenómeno de la discriminación”, señaló Vasily Bühring, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Concepción e investigador en salud mental y diversidades sexo genéricas.
Cifras tan preocupantes no se veían desde 2005, donde el nivel de tolerancia era diferente a hoy, logrando hacer avances en temas de diversidad sexual como lo es la Ley 20.609 contra la discriminación, mejor conocida como “Ley Zamudio”, publicada en 2012.
“En ese sentido, hay una mayor conciencia de que si alguien te insulta, te golpea o ejerce violencia hacia ti por tu orientación, identidad o expresión de género, ya sabes que es algo que se debe denunciar, que no puede quedar en el silencio y tienes donde acudir, conoces los canales y organizaciones que trabajan en este ámbito. Personalmente creo que en ese sentido” afirmó Bühring.
La denuncia como acto público frente al abuso constante y silencioso.
Dentro de los actos discriminatorios ocurridos durante el año pasado algunos de estos entran en la categoría de discriminación tipo abuso (7 en aumento), además de un crecimiento alarmante de las declaraciones homofóbicas con un +130% en total.
Situaciones dónde los abusos dentro de los medios culturales o de espectáculos llega hasta el +100%, junto con la discriminación laboral y educacional (+21,7% – +19,2%), siendo algunos de los principales atropellos ejercidos.
Situaciones que generan un constante debate entre detractores y opositores de la discriminación sistemática hacia la comunidad LGBTIQ+ por parte del Estado e instituciones, así como de terceros que siguen perpetuando instancias para el abuso.
A nivel nacional, dentro del total de afectados se encuentra un 15% de gays, un 13% de personas trans y un 7% de lesbianas, además de un 65% de la comunidad LGBTIQ+ en conjunto.
En base a experiencias propias, afectados afirman enfrentarse cada día a insultos, comentarios y miradas a su figura, afectando la salud mental y las percepciones sociales que tienen, causando en la mayoría de los casos no se efectúe la denuncia o no se le tome el peso necesario.
Para Vasily Bühring: “La evidencia muestra que la discriminación y la victimización son factores de riesgo directo de depresión, ansiedad y conducta suicida en este grupo, por lo que a mi parecer el incremento que muestran estas cifras es preocupante, sobre todo si no está acompañado de medidas para revertirlas y prevenir la discriminación de forma activa”.
De acuerdo al análisis del Movilh, una vez concluida la indagatoria “Valparaíso fue en 2023 por sexto año consecutivo la región donde más ocurrieron casos presenciales de discriminación por orientación sexual o identidad de género, con el 35,8% del total, seguida por la Metropolitana (34%), Biobío (6,23%), Maule (4,25%), Antofagasta (3,19%), La Araucanía (3,19%), Los Lagos (2,88%), Coquimbo (2,12%), Tarapacá (1,67%), Atacama (1,51%), O`Higgins (1,36%), Aysén (0,91%), Los Ríos (0,91%), Magallanes (0,60%), Ñuble (0,60%) Arica y Parinacota (0,60%). En 9 de las 16 regiones subieron las denuncias y casos de discriminación en comparación con el 2022”.
“La región donde se registró el mayor incremento fue Atacama con un 900% más, seguida por Aysén (+200), Tarapacá (+120), Biobío (+115%), Maule (+115%), Antofagasta (+110%), La Araucanía (+110%), Los Lagos (+58%) y la Metropolitana (+14%). Las bajas ocurrieron en Magallanes (-42%), O´Higgins (-35%), Valparaíso (-24%), Los Ríos (-25%), Arica (-20%), Ñuble (-20) y Coquimbo (-6,6%)”, agregaron desde la entidad.