El vehículo, con un contenedor de 40 pies, intentaba llegar a la zona portuaria de Coronel. Existe un proyecto de ley para que las compañías de servicio deban realizar sus instalaciones bajo superficie.
Cuando parece que nada puede ser peor o complejizar aún más la convivencia vial en la zona, siempre la realidad sorprende en el Gran Concepción, porque a eso de las 07:35 de la mañana de este martes, un camión que transportaba un contenedor de 40 pies hacia la zona portuaria de Coronel arrastró en su marcha los cables del tendido eléctrico y otros servicios de telecomunicaciones, en la intersección de avenida O’Higgins con Rengo, en el corazón del centro penquista, generando a contar de ese momento una serie de problemas que se tradujeron en congestión, demoras en la circulación y trabajos que se extendieron por al menos 8 horas.
Y este hecho, trajo al presente una vieja aspiración de distintas autoridades y de la comunidad local, de lograr el soterramiento de los cables que abastecen de energía eléctrica, internet y televisión al centro de la ciudad.
Es así como desde 2021 existe un proyecto de ley ingresado por un grupo de diputados y diputadas que busca precisamente lograr que las compañías de servicio deban realizar sus instalaciones de manera subterránea, tanto las nuevas como las antiguas.
Y entre las parlamentarias que firmaron este proyecto de ley que se encuentra en primer trámite en la Cámara Baja, está la diputada Marlene Pérez (Ind-Udi) , quien a la luz de lo ocurrido espera el apoyo del poder Ejecutivo para avanzar en la tramitación de la iniciativa legal.
“El incidente ocurrido hoy en el centro de Concepción resalta los riesgos y la obsolescencia del cableado aéreo sobre vías urbanas importantes. Este suceso evidencia la necesidad de dos acciones claves: primero, el despeje de los cables en desuso por parte de las empresas responsables, y segundo, la implementación de normativas que promuevan el soterramiento del cableado”.
“Estas medidas no sólo reduciría riesgos para los transeúntes y mitigaría efectos negativos del clima, sino que también prevendría accidentes como el ocurrido hoy, que afectan la fluidez del tráfico. Esperamos que el Gobierno comprenda el potencial transformador de este proyecto para muchas ciudades y le otorgue la urgencia necesaria en su trámite”, explicó la diputada.
Con sólo tres artículos la iniciativa legal busca terminar con el tendido aéreo de los servicios de electricidad y telecomunicaciones y fija un plazo que va desde los 3 a 5 años para concretar el soterramiento de las instalaciones tanto nuevas como antiguas.
Así las cosas, en el Artículo Primero señala que “Las empresas de electricidad, telefonía, televisión por cable, internet y cualquiera otra que preste sus servicios a través de un sistema de cableado, deberán adoptar las medidas necesarias para reinstalar los cables aéreos mediante el soterramiento de los mismos, lo cual será igualmente aplicable para la instalación de nuevos cables”.
El Artículo Segundo sostiene que “El procedimiento indicado en el artículo precedente deberá dar prioridad al soterramiento de cables en los cascos históricos de nuestro país que hayan sido declarados monumento nacional”.
Mientras que el tercer Artículo, que es Transitorio, agrega que “La exigencia de las disposiciones establecidas en esta ley comenzará a regir en el plazo de 3 años contado desde su publicación para la instalación de nuevos cables, y en el plazo de 5 años para la reinstalación de los cables aéreos”.
En tanto, otra de las diputadas que firmó el proyecto de ley es la Flor Weisse (Udi), quien pidió generosidad política para lograr materializarlo.
“Lo que ocurrió en Concepción es una situación grave que pudo haber terminado con consecuencias fatales. Pero en parte, se pudo haber evitado si existiera voluntad política y administrativa para avanzar en la modificación de la Ley General de Urbanismo y Construcción y poder establecer la obligación de soterramiento de los cables utilizados por las empresas concesionarias de servicios eléctricos y de telecomunicaciones”.
“Es una medida que se debe pensar si queremos avanzar en ordenamiento territorial, no sólo para embellecer las ciudades, sino además, para evitar la contaminación visual y evitar situaciones como las ocurridas hoy”, aseveró Weisser.
En tanto, para uno de los gremios que mejor conoce el centro de la ciudad, como lo es la Cámara de Comercio penquista, el poder soterrar el tendido eléctrico y de telecomunicaciones va más allá de un factor puramente estético, que por sí sólo ya amerita poder plantearse la necesidad de hacerlo, pero se le agrega que la segunda ciudad más importante del país debe lograr modernizar sus instalaciones , porque en pleno siglo XXI hay sectores en el centro de Concepción que aún no cuentan con señal para dispositivos móviles, como detalló Sara Cepeda, presidenta de la Cámara.
“Acá hay galerías comerciales en las que es prácticamente imposible conectarse a cualquier compañía. De hecho, hubo un problema grande hace un mes atrás, donde una compañía determinada, como no tenía opción de poder instalar fibra óptica dio de baja casi todos los servicios. Se trabajó incluso con la Subtel porque no había acceso , porque no había ‘los canales ni las guías’ donde colocar los cables”.
“Estamos hablando que es la segunda ciudad más grande de Chile que tengamos problemas de conectividad porque no hay donde tener los arranques o dónde pasar los cables es para no creerlo”, afirmó la dirigenta gremial.
Pero se han producido avances. Existe en Concepción precisamente, una Ordenanza, la N°2/2015 que precisamente modifica y regula “la instalación de líneas de distribución de energía eléctrica, de Telecomunicaciones, de Televisión por Cable u Otros”.
Así, en términos generales, establece entre otros aspectos, que existiendo la factibilidad técnica para que así sean, las nuevas conexiones deben ser subterráneas, aunque establece también una serie de excepciones, entregando a la dirección de Construcciones la responsabilidad de velar porque el cumplimiento de los criterios técnicos que se establecen.