Ante la acción en contra de 7 ejemplares de árboles que se encontraban en pleno centro de Concepción, experto de la Universidad de Concepción asegura que los ejemplares no están muertos y que existe la posibilidad de rebrote.
Por Bruno Rozas Hinayado
Luego del anuncio a través de sus plataformas en redes sociales, por parte de la Municipalidad de Concepción, este lunes se sostuvo una reunión con la empresa eléctrica (CGE) debido a la controversia surgida por la tala de árboles en el centro de la ciudad.
Todo luego de que por parte de la mencionada compañía se realizara una poda muy notoria de algunos árboles ubicados en calle O’Higgins, lo cual generó un gran malestar en los vecinos y quienes visitan el centro de la capital penquista.
La tala de siete árboles en calle O”Higgins entre Paicaví y Orompello fue de forma intensiva, lo que provocó el asombró de todos quienes transitaban el lugar.
Aldo Mardones, alcalde (s) de Concepción, indicó que el municipio no recibió ningún plan relacionado con la intervención del arbolado de Concepción, por lo tanto, la autoridad no tenía conocimiento de ello. Según Mardones, la empresa se comprometió a presentar dicho documento.
En consecuencia, anunció la suspensión cualquier actividad de tala por parte de CGE durante un período de 15 a 20 días.
“Entendemos que son intervenciones que se hacen con el objetivo de poder mantener el servicio eléctrico en la comuna, pero lo que no podemos tolerar es que esto implique una mutilación o una tala del arbolado urbano de nuestra comuna sin la debida coordinación con el municipio”, manifestó el alcalde subrogante de la comuna penquista.
Una poda de árboles correcta se lleva a cabo siguiendo varias pautas y técnicas para asegurar la salud del árbol y promover su crecimiento adecuado
Eduardo Peña, vicedecano y académico de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, comentó que “intervenir significa reducir el tamaño de las ramas, sacar las ramas de ese sector y también mantener una condición simétrica de los árboles. Lamentablemente siempre se hace de la manera más simple, que es dejar un muñón. Hace un tiempo, podaron los árboles de la Plaza Acevedo, los vecinos se molestaron, pero ya ni se nota, estos elementos se pueden podar, pero no de la manera extrema que lo están haciendo, que es sólo dejar el tronco”, recalcó.
Ante la situación de esta poda excesiva, el representante municipal aseguró que habrá un plan de compensación. “Con el objetivo de garantizar que el arbolado que se taló, que se mutiló de forma indebida, sea repuesto bajo las condiciones que la misma Municipalidad establezca”, agregó.
La gran mayoría de árboles tienen la capacidad de regenerarse. Ejemplares como el eucalipto, el roble y otras especies comúnmente se regeneran.
“Si le cortas desde la base a un roble, raulí u otras especies nativas, van a rebrotar. La mayor parte de los árboles que están en la ciudad son especies introducidas, pero tienen la misma capacidad, la vegetación es más resistente de lo que uno estima. Hay veces que estos rebrotes se presentan a la tercera o cuarta semana, así que es algo que no podemos descartar”, indicó el vicedecano de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción.
Este tipo de vegetación tiene más del 100% de contenido de humedad en su tronco, la mitad de todo su peso es agua. Esto es lo que permite este proceso de rebrote, que se ha visto ejemplificado en varios sectores que han sido, incluso devastados por incendios forestales.
El nombre de este tipo de vegetación es Liquidambar, el cual es un árbol ornamental que alcanza grandes alturas, es de crecimiento lento los primeros 3-4 años y luego de este tiempo acelera su crecimiento, llegando a medir 40 mts.
“El espacio en el que se encuentran estas especies es muy reducido y los cables están encima, y estos no son buenos árboles para tenerlos en espacios estrechos. Lo que debiese hacer el municipio, es que todos los años debiera mantenerles la copa y reducirlos, de esta manera se podrían salvar. Estas especies no están muertas, de hecho, algunas todavía tienen hojas en el tronco y esas ramitas van a seguir creciendo”, comentó el académico, que estuvo en el lugar donde se talaron y verificó el estado de los árboles.