En la temporada de primavera y verano, las hembras tienen a sus cachorros por lo que buscan nuevos espacios. Entidad relacionada con la conservación apunta a la necesidad de tener un estudio de densidad poblacional de fauna silvestre.
A raíz del avistamiento de un puma que se produjo hace una semana en el sector Valle de la Piedra, cercano al cerro Manquimávida en la comuna de Chiguayante, expertos en conservación y rehabilitación de fauna silvestre entregaron su opinión respecto de la necesidad de considerar que, con el aumento de construcciones, los seres humanos son quienes están ingresando al territorio de estos carnívoros. Además, que los incendios forestales afectaron su entorno natural por lo que necesitan recorrer más espacios para lograr su alimentación y que es necesario, a raíz de estos fenómenos, contar con un estudio actualizado de densidad poblacional de fauna silvestre.
Por otro lado, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) detalló que el pasado miércoles instaló cuatro cámaras trampa en el lugar donde se produjo el avistamiento que serán revisados cada 48 horas por funcionarios del servicio.
Roberto Ferrada, director regional del Servicio Agrícola y Ganadero Bíobío, indicó que “fuimos a constatar la denuncia y también volvimos a ir para llevar a tranquilidad y dar a conocer las estrategias a la comunidad de cómo enfrentar un potencial avistamiento, en particular un carnívoro mayor. Además, nuestros funcionarios, con la venia de uno de los propietarios desde dónde se dio a conocer esto, instalamos cuatro cámaras trampas”.
Este tipo de cámaras están diseñadas para registrar movimiento en su entorno, explicó y agregó que “como Servicio Agrícola y Ganadero por mandato legal debemos de atender toda denuncia asociada a potencial afectación o avistamiento de fauna silvestre protegida y el puma evidentemente es una especie protegida por la ley”.
En cuanto a si existe un registro de este tipo de contactos, contestó que “estamos trabajando permanente en eso y vamos construyendo los registros con varios insumos, es una línea de ir generando estos mapas de presencia de estas comunidades adicionalmente cuando se activa algún tipo de código rojo por la presencia evidente de un ejemplar o en situaciones mucho más lamentables, como cuando constatamos atropellamiento de pumas en algún sector como ha ocurrido en la ruta camino a Cabrero o a Santa Juana”.
Sobre la construcción en espacios cercanos al entorno más silvestre, el director del SAG, estableció que los proyectos que se proponen al Servicio de Evaluación Ambiental deben cumplir con una línea base de la situación inicial de la fauna en el territorio. “Para nosotros es muy importante que los proyectos que se presentan al SEA contentan información lo más actualizada y que se haya levantado por personal especializado”, dijo.
Respecto de esta cercanía de un ejemplar de puma a un sector urbanizado, Roberto Ferrado estableció que “la duda es si los pumas se acercan o nosotros usamos un espacio que ancestralmente en forma ecológica era un espacio de territorial de esta especie. Son especies que requieren una gran superficie para su sobrevivencia, son depredadores y la verdad que el crecimiento a veces inorgánico habitacional en zonas rurales, ha acercado la actividad humana a los a los sitios donde el puma habitualmente se desenvuelve”.
En tanto, la Dra. Paula Aravena, directora del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad de Concepción definió que el puma es una especie que se distribuye de manera continua por el territorio nacional, que son territoriales y son más bien solitarios. Coincidiendo con lo que manifestó del director de SAG, Aravena apuntó que “es correcto señalar que el ser humano ha invadido los territorios del puma”.
La directora del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre UdeC, especificó que el puma tiene como territorio varios kilómteros cuadrados y recorre grandes distancias.
“El animal puede estar dando una vuelta por su territorio y cuando quiere volver a pasar, aparece una casa, aparece una sembradío o alguien llevó sus animales a pastar dentro del territorio del puma, por eso hay avistamientos más frecuentes porque nosotros nos estamos acercando al territorio de ellos”, explicó y agregó que en la temporada de primavera-verano, las hembras tienen a sus cachorros por lo que buscan espacios más seguros.
Para la Dra. Aravena es importante considerar que los incendios forestales disminuyen el hábitat disponible para las especies silvestres, por lo tanto es más común es probable que se vea algunas especies más cercanas al territorio urbano.
“Porque ya no les queda bosque y están buscando posibilidades de recursos. Imagínense, si ustedes vivieran en una ciudad y no queda nada de un día para otro, eso es lo que pasa con los incendios forestales todo el territorio que ellos conocen queda devastado, para ellos es muy peligroso recorrer por el centro de esa devastación, entonces recorren la periferia, por eso se van encontrando con más presencia humana”, describió Paula Aravena.
“La conciencia tiene que ser clara, el puma es un motor del equilibrio ecosistémico, nos colabora en el control de plagas de conejos y liebres, en el control del perro asilvestrado. De bovinos y cerdos baguales (asilvestrados). Es un gran controlador, es un enemigo de la plagas. Por lo tanto necesitamos generar conciencia de respetarles sus espacios, si está pasando cerca de las áreas urbanizadas, no cuesta tanto entrar los perros hacia las casas. Los pumas no se quedan en un territorio mucho tiempo (un día o dos) sino que siempre se están moviendo”, declaró la directora del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Univer