Construcción, que tiene más de 200 años de antigüedad, posee una gran historia.
Por Vicente Irribarra
El Muro Convento de la Merced está ubicado en la calle Castellón de Concepción, y es una de las construcciones más viejas y que sigue en pie en la comuna, ya que está presente desde el siglo XIX. Es una pieza única de ese siglo que aún sigue ahí, ha resistido terremotos y enfrentado grandes cambios en la ciudad. También marcó el lugar de nacimiento del primer periódico del sur de Chile, llamado “El Faro del Bío-Bío”.
La edificación, que además fue declarado Monumento Nacional, se llama así porque fue parte del Convento de la Merced y del Instituto Literario, el cual más adelante pasó a llamarse Liceo de Hombres y después, Liceo Enrique Molina Garmendia, el cual está en otro edificio.
Actualmente este muro está en un estado deplorable, con mucha basura presente y generalmente está mal cuidada.
Luis Darmendrail, arquitecto y experto en historia urbanística de Concepción, cuenta que “la manzana de Castellón, Freire, Maipú y Tucapel fue por mucho tiempo el Convento de la Merced, que incluía la iglesia y las diferentes dependencias del convento en particular”.
También menciona que el convento se construyó en el siglo XVIII (1870 en adelante), y contó con un templo, patios inferiores, dependencias, zonas de dormitorio, comedores y demás.
“Las instalaciones que dan hacia la calle Castellón, por mucho tiempo también fueron un edificio de carácter educacional, en donde se instaló el primer establecimiento tipo liceo de la zona, durante la época de Ramón Freire, y el paso de ser el Instituto Literario a ser el Liceo de Hombres significa el paso de distintas épocas y transformaciones que determinan que este trozo de muro reúne muchísima historia”.
Respecto al valor de este muro, comenta que “es un vestigio de cómo fue Concepción entre el siglo XVIII y XIX, es un testimonio de diferentes transformaciones que tuvo la ciudad, de lo que fue el Convento de la Merced, de lo que fue el Instituto Literario, y de cómo también permanecen ciertos elementos y fragmentos de arquitectura en nuestra ciudad que nos van contando cómo fuimos, es decir, no es una obra de arquitectura completa, pero lamentablemente, dada nuestra historia llena de terremotos y malas decisiones, tener un trozo de edificio de esa época es un verdadero tesoro“.
Un transeúnte del lugar, Nazareno Cáceres, dice que “está todo sucio, lleno de pasto, y mal cuidado, y que lo sepan las autoridades para que lo limpien, pues es una reliquia histórica, y da vergüenza que esté totalmente descuidada”.
Otro ciudadano, Roberto Meza, cuenta que “no lo había visto en los anales de la historia de Concepción, yo sigo una página de historia de la ciudad y no había dado con este muro, y no está bien cuidado, de hecho, está a la mano de dios, está con basura entre medio, estoy observando que hay rayados incluso, y siendo parte de la historia de Concepción, no está cuidado a la altura de lo que merecemos como ciudadanos”.
Además, agrega que, viendo un poco la historia de la placa, el muro contiene personajes que hoy en día dan nombre a calles, como Juan de Dios Rivera, que es una calle de Barrio Norte, y Pedro Nolasco. Indica también que las piedras tienen miles de años, y si algún geólogo las revisa puede dar una data de la historia, y que se parece mucho al muro de partes del Cerro Amarillo, que son parte de los cascos históricos de Concepción.