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Rostros de esperanza: historias de sobrevivientes y voluntarios en terreno

Relatos de optimismo en los siete días de la tragedia en la región. Emociones, reencuentros, despliegues de ayuda y comienzos desde cero son las historias que han marcado estos días al Biobío. En ese contexto, estudiantes de la salud, brigadas extranjeros, ONG de rescate de animales y civiles se han organizado para ir en ayuda de quienes más lo necesitan.

Por: Diario Concepción 08 de Febrero 2023
Fotografía: Raphael Sierra

Por Sebastián Rojas Guerstein

En estos 7 días de incendios que han golpeado a las regiones de Ñuble y el Biobío, existe un rostro de esperanza.

Multitud de voluntarios, vecinos, brigadas internacionales y profesionales de diversas áreas de la salud se han organizado para ir en ayuda de los damnificados.

En el caso de la brigada mexicana, compuesta por 130 integrantes del ejército de México y 30 brigadistas de la Comisión Nacional Forestal de México, su objetivo, en palabras del General Juan Bravo Velásquez, encargado de la ayuda humanitaria mexicana, es “dar todo el apoyo a los compañeros chilenos. Esperamos poder ayudarlos”.

Asimismo, antes de desplegarse por la zona, la delegada presidencial, Daniela Dresdner, les dijo: “Hemos sentido el dolor de las personas de Santa Juana. Ustedes que vienen de México nos dan esperanza y de alguna forma vamos a salir adelante. Para ustedes solo hay palabras de agradecimiento profundo y sincero. Cuídense en el combate. Necesitamos su ayuda, pero también necesitamos que vuelvan sanos y salvo. Muchísimas gracias”.

Historias de Sobrevivientes

El padre de Angela Aruca fue uno de los sobrevivientes del fatal incendio en Santa Juana.

Cuando veían que las llamas se acercaban, tomaron las pertenencias que pudieron, y en familia, se subieron a una camioneta y partieron a toda velocidad. El único que se quedó fue su padre, Pedro Aruca, con el fin de defender su casa.

Tras intentar combatir el fuego, lo cual fue imposible, Pedro se refugió en un horno de barro junto a dos animales. “Cuando encontraron a mi papá estaba aún dentro de la hornilla con un perro y un pollito. Los tres se salvaron”, comentó su hija, Angela Aruca.

Horno de Barro en que se refugió

Horno de barro en que se refugió Pedro Aruca. Fotografía por Angela Aruca.

Otro de los sobrevivientes es Luis Vejar, presidente de la Villa Esperanza de Florida y a quien, según contó, su casa se salvó de milagro.

“Las lenguas de fuego llegaban a mi cabeza”, contó Vejar, mientras relataba cómo intentó combatir el avance de las llamas.

Luis Vejar al centro, relatando su historia. Fotografía por Municipalidad de Florida.

Enfatizó entre la emoción de no haber perdido su hogar que “a dios le doy las gracias, porque todo me lo ha dado él y tengo que proteger lo que él me da”.

Asimismo, en el kilómetro 58 de Santa Juana, sector El Boqui, se encuentra una de las familias que, a pesar de la destrucción total de sus pertenencias, sobrevivieron.

Verónica Guíñez, la hija mayor de la familia, comentó que “esto ocurrió el viernes como a las 14:15 hrs. Mi padre con 78 años combatió el fuego solo, no quiso arrancar. Lo hizo hasta más no poder. Las pérdidas fueron totales”.

Y si bien en los primeros días posteriores al paso de las llamas no llegó ayuda, Guíñez dijo que “ayer en la tarde, cuando pusimos las banderas (chilenas), lo primero que llegó fue la televisión española, y luego comenzó a llegar ayuda de familias y voluntarios”.

La familia actualmente está construyendo una vivienda tipo media agua con ayuda de sus familiares que, al enterarse, no dudaron en partir a colaborar.

Por su parte, un pudú sobreviviente tuvo la gracia de ser rescatado por trabajadores de la Autopista del Itata mientras realizaban una tradicional ronda de patrullaje.

Sin heridas superficiales, pero con signos de desorientación, el pequeño autóctono de nuestro país se encuentra fuera de peligro y fue entregado al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).

Bomberos de Los Andes

Quienes se hicieron presente en una de las comunas más afectadas de la provincia, fueron las brigadas que componen el Cuerpo de Bomberos de Los Andes.

Su contingente, integrado por 55 bomberos de Los Andes y 10 del Cuerpo de Bomberos de San Esteban, tiene como base de campaña la Plaza de Armas de Santa Juana, en donde duermen, cocinan y organizan los despliegues.

Al respecto, el segundo comandante del Cuerpo de Bomberos de Los Andes, Hugo Covarrubias, se refirió a lo que ha sido el trabajo en despliegue desde que arribaron a Santa Juana: “Nosotros llegamos el viernes, comenzando altiro con las labores en el sector en conjunto con todas las delegaciones”.

“La labor que hemos realizado en este sector ha sido en diferentes puntos donde peligra la propagación del fuego hacia las viviendas. Ha sido complejo en algunas situaciones, pero al menos se ha trabajado bien en conjunto”, comentó Covarrubias.

Añadió además que “hemos visto que la ayuda ha llegado a diferentes sectores por parte de los municipios, se ha ido gestionando, y veo que se ha hecho un buen trabajo en ese sentido”.

Fredy Agüero, quien es el inspector de telecomunicaciones del Cuerpo de Bomberos de Los Andes y que también es profesor de educación general básica y director de la Escuela República de Argentina de Los Andes, comentó que “entré a Bomberos a fines del año 2016 y me tocó trabajar activamente en el puesto de telecomunicaciones para los incendios del 2017 en el sur de Chile. Hoy día, se repite la historia”.

Su objetivo es mantener activas las comunicaciones radiales y telefónicas, logrando que el mando este siempre comunicado. Comentó además que siempre quiso entrar a la institución para ayudar a la gente.

80 equinos y 200 mascotas

La ONG Rescate de Animales en Catástrofes (R.A.C) ha estado presente los últimos días entre Chillán y Santa Juana.
La función de los uniformes naranjos es rescatar, evacuar y localizar animales. Su trabajo está en directa coordinación con Bomberos, quienes les avisan de las coordenadas para el rescate.

Su presidente y fundador, Alex Letelier, quien actualmente está en terreno en Santa Juana, comentó que “acá hay muchos animales que se han encontrado muertos o muchos que están perdidos. Se hace un llamado a la gente que no es de acá y viene a ayudar a que, si se lleva a un animal, nos avise para no desplegar nuestras abrigadas a aquella zona”.

R.A.C en terreno. Fotografía de R.A.C.

En el escenario, además de prestarle un servicio inmediato al animal, se le traslada y se deriva a los puntos de medicina veterinaria más cercanos.

Hasta la fecha, han rescatado a 80 equinos y más de 200 mascotas.

Voluntarios en terreno

La diputada por el Distrito 20, María Candelaria Acevedo, visitó Santa Juana la mañana de este martes, trayendo consigo una donación de panes horneados al centro de acopio Escuela Nueva Zelanda.

Al respecto, comentó que “vinimos en función de entregar algunas ayudas que consideramos importantes. Creemos que nuestro gobierno ha llegado con las ayudas que son importantes, sobre todo en lo que tiene que ver con los animales”.

En Chacay, sector rural a unos 15 kilómetros de Santa Juana, se encuentra la Veterinaria Móvil de San Pedro de la Paz. María Riquelme, encargada de logística del centro ambulatorio, quien dijo que “venimos en apoyo de la comuna de Santa Juana. Nuestra función ha sido apoyar en todos los procesos quirúrgicos de los animalitos. Todo lo que podemos atender acá en la veterinaria móvil lo resolvemos, y lo que no, hacemos traslado a la veterinaria pública de San Pedro de la Paz”.

Por su parte, Felipe Fuentealba, presidente del Centro de Alumnos de Kinesiología de la UdeC, es el actual encargado del Departamento de Kinesiología que opera en la Escuela Nueva Zelanda de Santa Juana, como en distintas regiones tras un llamado nacional por parte del Colegio de Kinesiólogos de Chile dada la contingencia.

Estudiantes realizando sesión de kinesiología a brigadista.

En una sala de la escuela, alumnos de la Universidad de Concepción, Universidad de las Américas y Universidad San Sebastián (USS), realizan sesiones kinesiológicas para brigadistas y para todo aquel que lo requiera.

“Nosotros ayudamos a la catástrofe desde nuestra vereda. Toda persona que necesita y requiera masajes descontracturantes, contención de lesiones, viene para acá. (…) Estaremos acá hasta las finales”, comentó Fuentealba.

Por su parte, estudiantes de enfermería de la USS también fueron a zonas críticas con el objetivo de ayudar.
Catalina Dannae, estudiante de enfermería de segundo año en la USS y postulante a la Primera Compañía de Bomberos de Concepción, comentó que “fuimos porque tenemos vocación para ayudar y no nos sentíamos cómodos estando quietos sin hacer nada”.

Catalina y 3 de sus amigos (dentro de los cuales hay otro postulante a Bomberos) partieron en un principio a Tomé y luego a Santa Juana.

Se dedicaron a conversar con las familias, tomar controles de presión y signos vitales y a realizar curaciones a quienes lo necesitaban.
“Como postulantes, no podemos ir a emergencias con Bomberos, así que decidimos ir como civiles a ayudar con todo lo que podíamos”, concluyó Catalina Dannae.

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